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Nayara Granados: "Me gustaría contar a mis nietos lo que estamos viviendo"

La familia Granados Sánchez muestra con orgullo el cuento 'Los abrazos perdidos', de NayaraCon 8 años acaba de publicar ‘Los abrazos perdidos’ (Ed. Destino), su primer cuento escrito durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus

Deseada normalidad. La pandemia del coronavirus trae de cabeza al mundo, o a gran parte de él. Escribir siempre da alas, más cuando sobrevuela una realidad difícil de digerir. Y los más pequeños, en no pocas ocasiones, dan lecciones de sensatez cuando tantos adultos se pierden en tan vanas palabras... Así, la ilusión y la esperanza se convierten en un cuento en manos de la pequeña Nayara Granados Sánchez, la niña ciega -o con discapacidad visual grave- que ha escrito ‘Los abrazos perdidos’ (Ed. Destino).  Con tan solo 8 años y durante el confinamiento, debido a la pandemia por el coronavirus, ha dejado volar la imaginación hacia un deseado futuro sin virus... y se ha visto así misma como abuela - en el año 2070 - contando un cuento... a sus nietos.

“Y de repente, el mundo se detuvo. Y nosotros con él. Las escuelas y los parques quedaron desiertos de las risas de los niños, las calles vacías se llenaron de silencio y, desde casa, mirábamos a través de las ventanas. Y de este tiempo, aprendimos...”, relata Nayara quien nos regala, con su voz pizpireta, formato MP3 audio(0,35 MB) tan real y entrañable fragmento de su cuento. Y continúa: formato MP3 audio(0,35 MB)  (0,15 MB)“aprendimos que cuando el mundo se detiene es para que lo escuchemos. Y que los abrazos perdidos siempre se pueden recuperar”.

Madurez e ingenio inspirador el de esta niña, que cursa cuarto de Primaria en un centro de Educación Inclusiva en Algarinejo (Granada). El papel de los abuelos en su corta trayectoria vital despierta el origen e inspiración del escrito, convertido en un cuento ilustrado por Leire Salaberria, así como la necesidad imperiosa de volver a abrazarles. “Como mis abuelos me cuentan historias de cuando eran pequeños a mí también me gustaría contarles a mis nietos, en el futuro, lo que estamos ahora mismo viviendo”, declara con serenidad formato MP3 audio(0,39 MB). Al hilo, y de corrido, detalla que sus “abuelos maternos” se llaman María y Miguel, y mis abuelos paternos Manolo y Paqui. Con un halo de nostalgia refiere que les echa mucho de menos, por las restricciones en las visitas y desplazamientos por seguridad, a pesar de que “les he dado abrazos pero cuando le doy uno quiero darle otro y otro... Sí, ya algunos abrazos les he podido dar”, dice medio conforme. Y es que le resulta muy difícil no estar con ellos más a menudo, sobre todo cuando no se podía salir ni a la puerta de casa. Aun así se las ha ingeniado y ella, Nayara, ha conservado todos esos ‘abrazos pendientes’ en una cajita para que no se pierdan... “Sí, los tengo guardados y reservados para ellos”, concluye formato MP3 audio(0,38 MB).

Madre e hija se abrazan con los ojos cerradosY es que Nayara es entrañable y familiar, con sentimientos positivos a flor de piel. De Ángel Miguel, su único hermano, veinte meses mayor que ella, comenta que “es una persona buenísima”, con quien comparte juegos y van al mismo colegio; y de su profesora de apoyo de la ONCE, Verónica formato MP3 audio(0,24 MB), confiesa que la quiere “infinitamente porque me ayuda en mis problemas y le tengo mucho cariño”.  Siempre rodeada de amor, y muy deseada por sus padres Mari Carmen y Juan Manuel, Nayara es una niña feliz.

Nació prematura y le costó adecuarse al ritmo de la existencia, tras pasar por incubadora, atención temprana, intervenciones quirúrgicas, el desencadenamiento en la ceguera o discapacidad visual grave..., hasta que cogió carrerilla -coincidiendo con la afiliación a la ONCE- y desde los tres años no ha parado quieta ni un segundo. Es la alegría de la familia, la ‘deseada, fuerte y valiente’, tal y como significa su nombre (de origen vasco), con acierto elegido. “Mi mamá me contó que me sacaron de su barriga, nací prematura como un terrón de azúcar”, así lo cuenta bonito formato MP3 audio(0,14 MB). Y la mamá llora, se emociona y abraza a su pequeña con infinita ternura. Nayara es quien nos ilumina, formato MP3 audio(0,28 MB) lo mejor que tenemos porque es positiva ‘al cien por cien’ y nos da todas las alegrías”, declara la mamá de la criatura que apunta buenas maneras para ser escritora... de novelas. Arranca temprano, de forma prematura con este cuento que acaba de ver la luz. El tiempo tiene la palabra. Cierran los ojos... y sueñan.

Genoveva Benito