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TONELADAS DE COMPROMISO

El tiempo pasa demasiado rápido pero hay acciones que perduran en la mente y, sobre todo, en el corazón de las personas. Los hombres y mujeres del Grupo Social ONCE lo sabemos bien y hemos hecho de la ilusión nuestro motor y de la solidaridad DE y CON la ciudadanía, nuestra verdadera razón de ser. Y es que desde el Grupo Social ONCE  hemos sido capaces a lo largo de nuestra historia de unirnos para centrarnos en las personas que más lo necesitan, para no dejar a nadie atrás. Ahora, una vez más, tocar ser solidarios por solidaridad, porque tenemos mucho que agradecer a la sociedad española; somos lo que somos  gracias a la solidaridad de nuestros conciudadanos que se acercan a comprar cada día nuestras loterías responsables y, a cambio, cuentan con la seguridad de que, en el momento en que nos necesiten, nos tendrán a su lado.

El 12 de enero de 2010 (hace ya 10 años) un terrible terremoto sacudió Haití, provocó más de 210.000 muertes y casi dos millones de personas perdieron su hogar. Para las personas con discapacidad y nuestro compañeros ciegos de la Sociedad Haitiana de Personas Ciegas todavía fue peor, pues perdieron equipos y materiales. La solidaridad de los trabajadores de ONCE, Fundación ONCE e Ilunion entonces se convirtió en 125.551 euros. Punzones, regletas, ábacos, máquinas Perkins, papel braille, impresoras… permitieron el acceso a la educación; bastones de diversos modelos y longitudes ayudaron a la rehabilitación; balones adaptados, parchís, tres en raya, ajedrez y muñecos Braillín dieron paso al siempre necesario ocio; y ordenadores, mesas, sillas, muebles y otros enseres permitieron la reconstrucción.

Es solo un ejemplo, muy rotundo, de que hemos estado y estamos siempre dispuestos a ayudar en momentos puntuales, en cualquier rincón del planeta, donde la realidad de los ciudadanos topa con cuestiones que nos superan y que no imaginaríamos en la peor de nuestras pesadillas. Y la actual pandemia generada por el coronavirus es una terrible pesadilla hecha realidad, que está afectando a todos y a todas y, además de demasiados amigos y conocidos, compañeros y compañeras que nos han dejado y a quienes no olvidaremos, está generando unas realidades sociales inimaginables apenas hace unos meses.

Durante el confinamiento llegamos a muchas personas mayores que viven solas; apoyamos a los más jóvenes en su inclusión educativa; peleamos por el empleo; lavamos la ropa de los hospitales; atendimos telefónicamente todo tipo de servicios; y cedimos hoteles y otras instalaciones para un bien común que sentimos siempre como nuestro, en primera persona.

Y ahora, cuando la pandemia aboca a muchas familias a realidades de extrema dificultad, volvemos a responder con humildad y compromiso para paliar su estado de necesidad. Vamos a reunir y entregar al menos 111.111 kilos de alimentos no perecederos de primera necesidad para repartir a personas necesitadas en todos los rincones de España.

Los ciudadanos han estado a nuestro lado siempre, acercándose a nuestros vendedores y vendedoras, a nuestros “centinelas de la ilusión”. Lo sentimos especialmente cuando en junio volvieron a las calles después de tres meses. Ciudadanos anónimos que ayer compartían con nosotros minutos de charla y hasta de confidencias, ahora atraviesan dificultades. Pues ahora, más que nunca, vamos a estar a su lado.

No queremos ni podemos imaginar una sola casa con la nevera vacía y con niños o mayores sin acceso a una alimentación básica, por eso vamos a iniciar una campaña para recoger esos productos y entregarlos a los Bancos de Alimentos que, precisamente esta misma semana, han hecho un llamamiento de urgencia ante la situación de muchas familias. Y han descubierto que, en el Grupo Social ONCE, ya nos habíamos puesto en marcha para mostrar y ofrecer TONELADAS DE COMPROMISO.