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Pilar Baltanas: “ Tengo la premisa de ofrecer siempre una sonrisa como tarjeta de presentación”

Pilar Baltanas en su kioscoEntrevista a la vendedora del año 2020 en la DT La Rioja

María Pilar Baltanas Esnaola, Pili como le gusta que la llamen, es nuestra Vendedora del Año 2020 en la Delegación Territorial de La Rioja. En esta cercana y sincera entrevista, Pili nos traslada de forma cálida cómo vivió y qué sintió en el merecido homenaje a nuestros Vendedores del Año 2020 celebrado en Madrid el pasado mes de junioAbre ventana nueva representando al colectivo del Canal Principal en La Rioja. También ha querido compartir  qué repercusión tuvo este reconocimiento a su trabajo entre sus compañeros y compañeras vendedoras y entre sus clientes y compradores habituales.

Nos cuenta que le gusta cocinar, en especial repostería, y se atreve con su vena cómica contando chistes e imitando a Lina Morgan. Dice que “siempre ofrece una sonrisa como tarjeta de presentación”. Y, por encima de todo, destaca en su éxito profesional la importancia de la atención al cliente y de cómo éste vive su experiencia comercial, siendo también clave el conocimiento del producto y la adaptación de la oferta a cada comprador.

Sus responsables territoriales y comerciales destacan su ilusión, optimismo y tenacidad en su trabajo diario que favorece alcanzar sus objetivos y que, además, hace que todo su entorno se sienta orgulloso de que represente a la ONCE en la capital riojana.

Pili tiene 46 años y empezó a trabajar en la ONCE en diciembre de 2012. Es agente vendedora de tipo 2 en Logroño y combina el desarrollo de su actividad comercial semanal de martes a sábado en quiosco, en la puerta de un supermercado y en un área itinerante de venta.

En el último evento nacional del Vendedor del Año celebrado en junio, correspondiente a los galardonados en un difícil 2020, Pili fue seleccionada por la DT La Rioja como representante de ese ámbito en los distintos actos celebrados durante el fin de semana del 18 al 20 de junio de 2021 en Madrid, una vez se retomó y organizó la celebración pendiente con las 22 personas representantes del Canal Principal implicadas.

En esta entrevista queremos conocer, además de cuál fue su experiencia durante ese fin de semana en Madrid junto a su marido, directivos y compañeros, qué repercusión personal, profesional y comercial tuvo y sintió a su vuelta a Logroño para retomar la atención y cobertura de sus puntos de venta.

También nos responde ampliamente, entre otras, a cuestiones como, por ejemplo, qué recomendaría a vendedoras y vendedores para ser merecedores de poder disfrutar esa misma experiencia en próximos años; a qué sensaciones recuerda de sus clientes o de los comercios de la zona en el transcurso del complicado año 2020 en su zona, una vez recuperamos la actividad comercial en junio, y qué destaca de su trabajo en la ONCE como mujer y como profesional de la venta. 

Iniciamos ya las preguntas a Pili, agradeciendo de antemano su tiempo y su colaboración, así como la de Sheila Cuervo responsable del área de juego en ese ámbito territorial que, por las circunstancias restrictivas y preventivas vigentes, ha prestado su imprescindible ayuda para llevar a cabo esta entrevista “a distancia”. Además, como regalo, nos destaca su opinión sobre esta vendedora con unas sentidas palabras, compartidas con Inma Pisón nuestra querida Gestora Comercial de esa Delegación Territorial, y que reproduciremos para Pili y para nuestros lectores al final de la entrevista.

¿Empezamos?

P.-¿Qué supuso para usted personalmente ser elegida en esta acción de reconocimiento como representante de todos los vendedores de su ámbito territorial?

 Un gran orgullo y mucha satisfacción al comprobar que todo el esfuerzo y trabajo duro se ve recompensado. Este trabajo me llena por completo y me siento muy feliz de conocer a tanta gente y servir como imagen y representante de los valores de la ONCE.

Tras este reconocimiento a nivel nacional, queremos conocer su valoración respecto a lo que puede suponer este hecho en su trayectoria profesional como vendedora de la ONCE.

Este reconocimiento me ayuda a ir a trabajar con más ganas todavía. Me motiva a seguir mejorando y me he propuesto volver a ser vendedora del año en cuanto sea posible. También ha servido para que mi entorno me felicite y reconozca mi desempeño profesional, lo cual me sirve de estímulo para la mejora continua.

Suponemos que ha informado de todo ello a sus clientes y compañeros; queremos saber qué repercusión ha tenido entre estos dos colectivos que hayas sido la protagonista del Centro por la buena labor y gestión durante un año tan difícil como 2020.

En cuanto a los clientes, los habituales se sintieron tan orgullosos al saberlo que se emocionaron como si fuesen miembros de mi familia. Y es que, de alguna forma, lo son. Me llama la atención que son conscientes del trabajo que supone ser vendedora de ONCE al decirme cosas como “te lo mereces porque eres muy trabajadora y constante”. Eso me hace ver que se proyecta hacia los demás la implicación y responsabilidad que tengo con este puesto de trabajo. 

Respecto a los compañeros, los más cercanos me han demostrado palabras de reconocimiento y todo su afecto. Esto me refuerza el sentimiento de compañerismo dentro de la Organización. Me gusta ver que, al igual que haría yo, los compañeros valoran mis méritos profesionales.

Ha sido elegida por la valoración realizada por tus responsables de juego de distintos aspectos inherentes a su faceta profesional (atención al cliente, conocimiento de productos, gestión comercial y aplicación de técnicas de venta, entre otros). De estas, o algunas más que entienda importante, ¿a cuál le da mayor importancia o le aporta mayor dedicación para lograr el esperado éxito comercial?

Creo que la clave de mi éxito profesional es la atención al cliente: es mi punto fuerte. Tengo la premisa de ofrecer siempre una sonrisa como tarjeta de presentación. En cada interacción con el cliente, sea acto de venta o no, pongo todo mi esmero para que se vaya con una buena experiencia. Un aspecto fundamental es empatizar con ellos, tratarles cómo me gustaría que me tratasen a mí.

Además de la gestión comercial, otro punto que destaco es el ser constante y no frustrarme cuando los clientes dicen que no quieren comprar. La experiencia me ha enseñado que es fundamental “el ofrecer”, de manera respetuosa y con naturalidad. Esto suele repercutir casi siempre en algún acto de venta a futuro e incluso fidelizar clientes que, inicialmente, no querían comprar.

Y otro pilar básico de este trabajo es conocer bien los productos e informar de ello a los clientes. Muchos los desconocen y, a partir de darles la información y prescribir el producto, se animan a comprar. También ayuda explicarles el destino de esa inversión que hacen en el producto que resulta no premiado o lo presentan caducado. Cuando entienden la labor social de ONCE, ya no les preocupa tanto no tener premio.

¿Qué le recomendaría a un compañero o compañera para que pueda convertirse en “Vendedor o Vendedora del Año” de La Rioja en una próxima edición de este evento?

Les diría que tienen que ser perseverantes. Es necesario salir a trabajar siempre con una carga nueva de expectativas positivas. Tratar de contagiar la alegría a los clientes y a las personas con las que me encuentro. Llevar como lema “tener las mismas ganas e ilusión de entregar un premio como el cliente de recibirlo”.

Les aconsejaría hacer ingresos a cuenta regulares e ir depositando el exceso de recaudación en su cuenta vendedor. Esto facilita mucho la gestión económica y ayuda a estar más seguro y tranquilo. Y también les animaría a tener muy controlada y organizada la cartera de productos. Ese tiempo invertido en esas tareas repercute favorablemente en trabajar más ágil, cómoda y segura.

Suponemos que, en un año tan atípico y difícil como el pasado con la pandemia golpeando a la sociedad y a la economía, acumularía múltiples experiencias y sensaciones de clientes y otras muchas propias para recuperar el contacto y la actividad en el punto de venta ¿qué recuerda de esos momentos que tuviera cierto impacto en la zona? ¿cómo recuerda el proceso de reencuentro con clientes en junio?

Al salir a la calle otra vez en junio del año pasado, lo que más me llamó la atención es que, al llevar todos mascarilla, los ojos se convirtieron en los protagonistas. Se podía ver en ellos la expresividad y emoción de los clientes.  Esa mirada iluminada por recuperar un poco la normalidad y el contacto con los demás después de estar tantos meses confinados en nuestras casas.  Se podía ver esa ilusión de algo tan cotidiano como comprar el cupón de la ONCE, porque eso significaba que estábamos bien.

Yo me sentí y me siento muy segura desarrollando el trabajo con todos los medios de protección que me proporciona la Organización. El poder y la fuerza residían en las enormes ganas que tenía de volver a la actividad tras el tiempo de parón.

Recuerdo con mucho sentimiento una experiencia con un cliente. Al poco de reincorporarnos, me entregó un cupón del Extra del Padre para que se lo comprobase. Era de su esposa, que lo tenía guardado en el bolso. La esposa había fallecido a causa del Covid el día anterior. Salí del quiosco para darle “un abrazo” con la mirada y ambos nos pusimos a llorar.

En relación con la vivencia experimentada en Madrid con compañeros y responsables de la ONCE ¿cuál es su valoración global del conjunto de actividades realizadas? ¿cuál de ellas destacaría con mayor relevancia?

Pasé muchos nervios antes de ir a la gala por la ilusión y expectación.  No terminaba de creerme que yo era la protagonista y que lo había conseguido por todo mi trabajo y esfuerzo. Lo que recuerdo con más detalle y emoción es haber tenido la oportunidad de cenar en la misma mesa que los responsables máximos del Área de Juego de la ONCE. Fue increíble. Y sobre todo porque me trataron como una igual. Me sentí muy cómoda en un ambiente distendido. Hasta el punto de que acabé imitando a Lina Morgan, una de mis especialidades.

Este tipo de acciones hacen ver que la ONCE no te trata como un número. Este reconocimiento te valora como trabajadora y persona.

Habiendo sido reconocida por su desempeño laboral ¿qué recomendaría de su trabajo como vendedora de la ONCE?

Puedo decir claramente que es la mejor empresa en la que he trabajado. El esfuerzo y la dedicación se ven recompensados, y no sólo económicamente. El trato con la gente y todas las personas a las que llegas a conocer, son lo que reportan una mayor satisfacción.

Otro aspecto que destacaría es la flexibilidad que proporciona esta Organización, siempre pensando y cuidando de sus trabajadores. 

Ya finalizando y a partir de su experiencia acumulada ¿por qué le gusta trabajar en la ONCE? ¿cómo califica el apoyo recibido desde que inició su actividad como vendedora?

Valoro muy positivamente el apoyo recibido desde mi primer día en la ONCE. Siempre noto su respaldo ante cualquier dificultad. Creo firmemente en la labor social que lleva a cabo la ONCE. Es la base que transmito día a día al público y que hace aumentar mi sentimiento de pertenencia a esta gran familia que persigue el bienestar de las personas con discapacidad repartiendo ilusión.

Haciendo un repaso histórico a su labor comercial ¿tiene alguna anécdota de su día a día en la cobertura del punto de venta que quiera destacarnos?

En mi primer día de trabajo (Día de los Santos Inocentes), un cliente en un bar me pidió (de broma) 50€ en Eurojackpot. Se los saqué del TPV y el cliente se pensaba que era de broma. Al decirle que no era broma, que te los acabo de vender, los dos nos echamos a reír porque resulta que la “inocentada” le salió algo cara...

Suelo padecer migrañas con pérdida de visión. Un día de esos, me pilló que estaba trabajando en un bar habitual y le dije al propietario: “Pedro, ¡qué no veo...!” El hombre se preocupó mucho y llamó al 112. Lo gracioso es que, al atenderle los del 112, Pedro les dijo: “Venid a por una de la ONCE que no ve”. Los del 112 creyeron que se trataba de una broma...

Palabras de Sheila Cuervo, directora técnica de este Centro y de forma compartida con su Gestora Comercial sobre Pilar

“Hace casi 9 años llegó a la ONCE una chica salerosa, llena de energía y con ganas de trabajar dispuesta a conseguir cualquier objetivo que se le planteara. Hoy esa chica es una orgullosa abuela, que continúa con el mismo espíritu que cuando llegó. Cada día sale a su puesto de trabajo con la ilusión del primer día, deseosa de aprender, de estar con sus clientes y de colaborar en cuantos proyectos se le plantean y siempre con una sonrisa en su cara.

Este reconocimiento simboliza el agradecimiento por tu optimismo, por tu tenacidad, por no desmayar y continuar en el camino a pesar de las dificultades, por cuando ríes y lloras a la vez fruto de la tensión que a veces te origina el propio trabajo.

Trabajas duro para lograr los objetivos que se te marcan y siempre añades tus propias metas. Puedes estar orgullosa de que con el esfuerzo y empeño que pones en tu trabajo te has ganado un lugar especial entre los clientes y, por supuesto, entre el resto de las personas que formamos la Gran Familia de la ONCE”.

Vendedora, gestora comercial y directora técnica son sendos ejemplos del trabajo bien hecho y del éxito.

Sin duda, ¡ESTAMOS RODEADOS DE TALENTO FEMENINO!