El campeón de España de Tiro Olímpico Adaptado pone el punto de mira en el próximo Campeonato Europeo, a celebrar en Noruega 

Tirando a dar… a ciegas. Los sentidos se intercambian, la vista por el oído. De inclusión plena luce tan minoritaria disciplina deportiva, en la pista de disparos con carabina, cuyo objetivo es dar en la diana. “Lo único que cambia es el sistema de puntería. Los demás apuntan con la vista y nosotros con el oído”, declara el flamante tirador ciego ondarrutarra (0,33 MB) Ager Solabarrieta Txakartegi, campeón de España de Tiro Olímpico Adaptado.

Se entrena a conciencia todos los días, en la tierra que le vio nacer hace 49 primaveras. El Europeo está a la vuelta de la esquina, en marzo, en Noruega. Además, a largo plazo, sueña con participar y poder brillar, si se tercia, en los próximos Juegos Paralímpicos de París 2024.

Disciplina, constancia, concentración… juegan a su favor así como la excelencia de poder contar con su mujer-guía Maite Badiola, que le conoce al dedillo. Son tándem ‘de vida’ y en este deporte, el ‘tiro con carabina’, hacen buen equipo como ‘tirador y guía’. “Le tengo confianza ciega”, dice Ager con cierta gracia mientras asegura que “tener feeling con tu guía tiene mucho que ver con los resultados en esta disciplina”. Y tanto es así que el código de comunicación y la rapidez, en los tiempos de competición, resulta ser decisiva para alcanzar el objetivo de triunfo o no.  “Imagínate, ella es la que me coloca ‘encallado’ a la diana, me avisa donde voy tirando, qué correcciones tengo que hacer ‘a la mira’ para calibrar… y, aparte, el apoyo moral”, relata con emotivo reconocimiento (1,11 MB).

De oído fino y bien entrenado anda sobrado Solabarrieta, al menos de momento. Orientarse a la hora de disparar el tiro con carabina -la que utiliza él está al filo de los cinco kilos y medio de peso reglamentario- y conseguir dar en el centro de la diana ‘de oído’ parece cosa de magia pero nada más lejos de la realidad. Como en todo… o casi, la práctica o el entrenamiento siempre ayuda y la tecnología además apuesta a favor. A simple vista, atinar el tiro al blanco no parece pecata minuta para una persona con buena visión y se complique quizá aún más si es ciega… Eso sí, salvo que la luz se transforme en sonido. Y ahí anda la clave de la adaptación de marras. Una suerte de diana ‘sonora’, que capta la mira telescópica de la carabina de aire comprimido y convierte la luz, procedente del blanco, en diferentes intensidades de sonido para escucha del tirador, a través de unos auriculares. “El emisor es una bombilla infrarroja led y envía una señal de luz que se capta con ‘la mira’ o cámara a modo de receptor, con un software de reconocimiento de objetos de alta velocidad, que convierte la luz en sonido. Y cuanto más centrado estás en la diana, en el centro, se agudiza más el sonido y si llegas al blanco cambia de pitido. Ese es el sistema de apuntar”, explica con detalle (0,66 MB) el campeón vasco, de Ondarroa (Vizcaya).