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La ONCE intensifica su compromiso con la investigación para prevenir y tratar la pérdida de visión

Equipo de investigación del IMOMAEn su objetivo por impulsar la I+D+i en materia de ceguera y baja visión, la ONCE ha firmado en las últimas semanas convenios de colaboración con diferentes entidades sanitarias y centros científicos para apoyar proyectos de investigación dirigidos a prevenir la ceguera y a buscar nuevas terapias y tratamientos efectivos para quienes tienen o pueden desarrollar problemas graves de visión. A través de su convocatoria anual de ‘Ayudas a la Investigación en Visión'Abre Web externa en ventana nueva, ha plasmado esta colaboración en acuerdos que contemplan ayudas económicas de hasta 40.000 euros con distintas instituciones. Entre ellas, el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz o el Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre i+12, en Madrid; el Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (IMOMA); la Universidad de Valladolid, el Instituto de Investigación Vall d’Hebron, en Barcelona, y la Fundación Progreso y Salud de la Junta de Andalucía.

Investigación genética

Un ejemplo de estrecha colaboración es el que desde hace años mantiene la ONCE con el equipo de la doctora Carmen Ayuso, del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez DíazAbre Web externa en ventana nueva, en Madrid. Ambas entidades continúan colaborando en un proyecto para el estudio de nuevos mecanismos moleculares que expliquen las causas desconocidas (“perdidas”) de las distrofias hereditarias de la retina, responsables del 5% de la ceguera en el mundo occidental y causa más común de pérdida de visión en niños y jóvenes.

Durante los últimos 30 años, el grupo liderado por la doctora Ayuso se ha dedicado al estudio molecular, epidemiológico y clínico de las distrofias hereditarias de la retina, habiendo estudiado más de 4.000 familias y 7.500 casos, lo que supone aproximadamente entre el 60 y el 65% de los casos existentes en España, y ha caracterizado genéticamente más del 60% de estos.

Equipo Jiménez Díaz y equipo de IOBAEn este proyecto se analizará la secuencia del genoma completo en pacientes sin diagnóstico genético. Se espera que los resultados de este proyecto tengan un impacto directo en el manejo clínico y terapéutico de los pacientes, ya que conocer las causas genéticas de su enfermedad haría posible su inclusión en ensayos presentes o futuros o ser beneficiarios de terapias dirigidas contra el defecto genético. Asimismo, tendrá una importante repercusión en la mejora y precisión del asesoramiento genético, permitiendo la prevención o el abordaje temprano de la enfermedad entre sus familiares.

También en investigación genética de patologías que causan ceguera se centra el proyecto de investigación que la Universidad de ValladolidAbre Web externa en ventana nueva impulsa con apoyo de la ONCE, en este caso para la identificación de la base genética en enfermedades hereditarias raras, algo esencial para el asesoramiento genético y su prevención.

En una revisión realizada sobre 488 pacientes atendidos en dos centros de referencia por padecer Distrofias Hereditarias de la Retina (DHR) en Castilla y León y publicado recientemente, se encontró que solo el 27% de los pacientes con DHR tenían estudio genético realizado, siendo además éste negativo en el 30% de ellos. Ante esta situación, se considera fundamental investigar los casos que aún no han sido objeto de este estudio, así como reevaluar aquellos con resultado negativo y aclarar los resueltos sólo parcialmente, estudiando con nuevas técnicas de secuenciación masiva los casos con diagnósticos genéticos anteriores a 2013 en que aún no existían estas técnicas.

De ahí surge la necesidad estudiar a pacientes que se encuentren en esta situación provenientes de cuatro unidades oftalmológicas que operan con la Universidad de Valladolid: el área clínica del Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA); el Hospital Clínico Universitario de Valladolid (HCUV); el Complejo Asistencial Universitario de Palencia (CAUPA), y el Hospital Universitario Río Hortega (HURH), tal y como lo explica la doctora Rosa María Coco Martín formato MP3 audio(1,51 MB), que lidera el proyecto.

Sordoceguera

También en el aspecto de investigación genética, la ONCE ha firmado otro acuerdo con el Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (IMOMA)Abre Web externa en ventana nueva, relativo al proyecto de investigación científica “Diagnóstico genómico de la sordoceguera hereditaria mediante exomas enriquecidos”, que se desarrolla bajo la dirección del doctor Juan Cadiñanos en el Laboratorio de Medicina Molecular del IMOMA.

Identificar la causa genética de la ceguera y/o de la sordera permite realizar intervenciones precoces que redundan en una mejora de la calidad de vida, ya que un bajo porcentaje de las personas diagnosticadas con sordoceguera son totalmente ciegas y/o totalmente sordas.

El IMOMA ha sido pionero, gracias al mecenazgo de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, en el desarrollo de servicios basados en la secuenciación genómica de grupos de genes específicos para el diagnóstico de la ceguera (OFTALMOgenics) y de la sordera (OTOgenics) hereditarias. Lo más frecuente en los pacientes con sordoceguera es que una misma causa genética (mutación) sea responsable de ambas deficiencias sensoriales. Sin embargo, en determinados casos, la ceguera y la sordera de un paciente pueden tener causas genéticas independientes.

El objetivo de este proyecto es el desarrollo de nuevas herramientas de análisis genético, específicamente diseñadas para esta compleja patología, de forma que se pueda analizar todos los genes conocidos en la actualidad que están implicados en sordera y/o ceguera hereditaria en un solo test. Ello permitirá además reevaluar en el futuro los casos en los que ahora mismo no se pueda identificar la causa de la enfermedad, según explica el investigador Juan Cadiñanos formato MP3 audio(1,52 MB).

Medicina personalizada

Investigadora 12 de Octubre y equipo del Vall d'Hebron

Por su parte, el Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre i+12Abre Web externa en ventana nueva, en Madrid, en colaboración con la ONCE, está llevando a cabo un estudio consistente en la generación de un modelo humano in vitro de células ganglionares de la retina -RGCs- que será utilizado como plataforma para probar fármacos contra la atrofia óptica dominante -DOA-, una enfermedad rara, progresiva e irreversible que causa ceguera y una de las formas más frecuentes de neuropatía óptica hereditaria.

Este proyecto, llevado a cabo por la doctora María Esther Gallardo del Grupo de Investigación Traslacional con Células iPS del i+12, pretende generar modelos in vitro de RGCs específicas para el paciente, por lo que entra dentro de lo que se conoce como medicina personalizada, ya que la previsión es que tenga un impacto directo en la calidad de vida de los pacientes y reduzcan los impactos socio-económicos y personales negativos de este tipo de enfermedades.

La DOA es una enfermedad mitocondrial de origen nuclear que conduce a una degeneración específica de las RGCs y que compromete la transmisión de la información visual de la retina al cerebro. Muchos pacientes con esta patología evolucionan hacia ceguera legal, sin existir actualmente tratamiento para este trastorno, debido en parte a la falta de un modelo adecuado con el que investigar.

Nuevas terapias

Desarrollar una nueva terapia génica para tratar la retinosis pigmentaria causada por el gen EYS es el objetivo del proyecto del Vall d’Hebron Recerca en el que colabora la ONCE, liderado por el profesor José García Arumí, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Vall d'HebronAbre Web externa en ventana nueva, y la doctora Anna Duarri, IP del grupo de investigación en Oftalmología.

La actividad de investigación clínica y básica del grupo de investigación en Oftalmologia del Vall d’Hebron Recerca está dedicada a encontrar nuevos tratamientos para la ceguera mediante el desarrollo de nuevas terapias avanzadas para enfermedades degenerativas de la retina, como la retinosis pigmentaria.

El proyecto EYeStherapy tiene como objetivo prioritario encontrar nuevas terapias para curar retinosis pigmentaria causada por mutaciones en el gen EYS, que provoca ceguera irreversible en pacientes jóvenes y representan el 15,9% de los casos de retinosis pigmentaria en una población española.

El proyecto pretende suplir el gen sano EYS mediante terapia génica con vectores duales AAV híbridos en células madre de pacientes y mediante organoides de retina derivados de estos verificar la reversión el fenotipo patológico. La terapia génica también se probará en modelos animales, a fin de garantizar su seguridad y eficacia para futuros ensayos clínicos.

Los resultados del proyecto sobre los aspectos genéticos, clínicos y biológicos de la deficiencia de EYS beneficiará a los pacientes y sus familias, así como a médicos e investigadores. El enfoque terapéutico genético desarrollado en este proyecto también tendrá un impacto en la aceleración de las terapias de retinosis pigmentaria al transmitir los resultados de la investigación preclínica a la clínica.

Eliminar el ‘fallo genético’

La ONCE colabora también con un grupo de investigadores de la Fundación Progreso y SaludAbre Web externa en ventana nueva, dependiente de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, en un proyecto de investigación para obtener células sanas de la retina que puedan ser trasplantadas y reviertan determinadas patologías degenerativas del ojo, por ejemplo, la retinosis pigmentaria.

Foto del equipo investigador de CABIMER

Este estudio está liderado por la científica Berta De la Cerda, que desarrolla su trabajo en el departamento de Regeneración y Terapia Celular de CABIMER. El objetivo es recurrir a las herramientas de edición genética para modificar el ADN de las células de pacientes con patologías hereditarias degenerativas de la retina que tienen su causa en la mutación de un gen específico.

“Como sabemos que la enfermedad se produce por la mutación de un gen, y que tiene carácter hereditario, lo que buscamos es corregir esa mutación en las propias células del paciente, modificarlas para quitarles ese ‘fallo genético’”, explica Berta De la Cerda. El paso siguiente es convertir esas células sin la mutación en células de la retina, para posteriormente trasplantarlas y revertir la degeneración que provoca la enfermedad, como cuenta la científica formato MP3 audio(0,78 MB).

Apoyo a la investigación más avanzada

El apoyo a estos proyectos de investigación es una de las maneras con que la ONCE cumple su misión social y que revelan su compromiso por impulsar la I+D+i en materia de ceguera y deficiencia visual, colaborando en proyectos de investigación relacionados con aquellas patologías oftalmológicas que con más frecuencia son causa de ceguera total o parcial.

Su programa de ‘Ayudas a la Investigación en Visión’ apoya y estimula el conocimiento científico más avanzado e innovador en la prevención de la ceguera y el desarrollo de terapias efectivas para quienes tienen o pueden desarrollar problemas graves de visión. 

Chema Doménech