Canta 'a los cuatro vientos' los motes de las terminaciones de los números de la ONCE, en Alicante

Optimista, confiada… Está dispuesta a repetir la jugada del último verano, con el Cupón Extra de Navidad. Sí, es la misma que viste y calza, Eulalia Gallego Gallego, de 52 años, nuestra ‘Lali’, que repartió entonces 15 millones de euros del premio mayor del Sorteo Extraordinario de Verano de la ONCE y otros nueve cupones más agraciados con 40.000 euros cada uno ¡Ahí es nada! La alicantina lo recuerda como si fuera ayer. “Soy quien más millones ha dado en Alicante”, declara con orgullo la flamante centinela de la ilusión de la ONCE. Y no es para menos, claro. En poco más de tres años la suerte ‘de millones’ ha corrido de su mano en tres ocasiones: con un Cuponazo, un Cupón diario y el último Extra de verano, con el que se lleva la palma… de momento. “Hay compañeros que se jubilan y no han dado ni un premio y yo me siento tan bendecida”, dice al filo de la emoción (0,38 MB).

Y nos sorprende con la comparativa entre “la ilusión grandísima y los muchos nervios buenos”, que apunta sentir cuando reparte un gran premio de la ONCE, con el nacimiento de un hijo… “Es una bonita locura, algo parecido como tener un ‘hijo’ millones, que no son tuyos pero te dan alegría porque has hecho a una familia millonaria; el extra de verano lo viví con sensaciones muy fuertes”, relata con sincera felicidad (1,32 MB). Quizá algo tenga que ver cantar las terminaciones de los números de la ONCE con los motes de su tierra natal, que se sabe ‘de pe a pa’ gracias a su madre.

“Señorita, caballero, tengo el 59, el canario; el 60, la abuela; las monjas, el albaricoque; el 92, el palomo… tú te lo guisas y yo me lo como”, nos regala su cántico retahíla, con apostilla incluida. (0,11 MB)

Simpática y dicharachera se gana el cariño por donde quiera que pare. Y, dicho sea de paso, la verdad es que su arranque en la ONCE, como agente vendedora de los productos de juego responsable, no podía haber sido más duro por la coincidencia con el fallecimiento de su madre, el mismo día que empezaba a trabajar en la venta… “El día 13 de marzo de hace tres años, el primer día que fui a poner un cupón en la calle me llamaron para decirme que mi mamá se había muerto”, refiere mientras echa la vista atrás y se nos hace un nudo en la garganta. “Me puse muy nerviosa; mi madre estaba bien y no esperaba esa noticia, Además, le había dicho ‘me voy a por los números’, luego nos vemos… Y al día siguiente ya no la vi”, recobra Lali el aliento, a golpe de recuerdos. (1,20 MB) “Mi inicio en el trabajo fue muy malo, muy mal -reitera- pero todo se puso muy bien enseguida porque yo creo que ella me ayuda. Le gustaba cantar los números cuando jugábamos al bingo, en casa, como otras familias juegan al parchís…”, comenta con naturalidad (0,54 MB). Y así explica como le preguntaba mientras jugaban: “¿mamá y este número cómo se llama? Porque yo no me acordaba, de un día para otro, del mote de la terminación. Y ella me decía: - pues el 38, el perro; el 25, el cañón; el 73, el conejo (…) Y yo esas cosas no terminaba de aprenderlas. Ahora, por ella, las he aprendido todas, de memoria”, señala con especial sentir (0,46 MB), como si de un entrañable homenaje se tratara.

Y Lali reparte ilusión con la ONCE, que también tocó antaño con la barita de la suerte a su familia. “A mi papá le gustaban mucho los cupones y a mi mamá le tocaron 100.000 pesetas con el marrano (el 79). Ya de niña dije: mamá yo quiero ser vendedora de la ONCE porque daban dinero (…) Y mira las vueltas que da la vida”, afirma sin acritud. Y reconoce que la felicidad brilla, de nuevo, en su trayectoria vital tras superar el duelo y saberse fija en su puesto de trabajo desde hace unos meses. Las Navidades de este año tienen para ella un significado especial. “Son mis primeras navidades con un contrato fijo y es el mayor regalo que me podían hacer; me gusta mi trabajo en la venta porque lo disfruto mucho y ya estoy pensando en dar el Cupón Extra de Navidad para seguir ayudando a la gente dando premios”, concluye. (1,52 MB) Pues que así sea…

Genoveva Benito