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IMPULSANDO DEBATES SOCIALES

El espíritu que ha conformado el Grupo Social ONCE como un todo, como un dinamizador social de ciudadanía desde siempre, y que supone ir más allá de la suma de ONCE, Fundación ONCE e Ilunion, alcanza todo su sentido y razón de ser al asumir, con total humildad, el papel de impulsor de reflexiones sociales que sean capaces de generar sociedades de futuro más inclusivas y mejores. Nacimos desde la absoluta exclusión social de las personas ciegas y con discapacidad; nos situamos siempre al lado de los ciudadanos con mayor riesgo de exclusión, y así lo hemos hecho durante ya más de 85 años. De ahí nuestra pertenencia y, más aún, militancia entendida como compromiso, con los foros sociales de mayor trascendencia: nuestro querido Cermi; los amigos con quienes conformamos el Tercer Sector; las ONGs de acción de social; la economía social agrupada en Cepes y multitud de iniciativas similares, siempre mirando a un futuro mejor. No vamos a cejar en en empeño porque siempre surgen nuevas necesidades y realidades que nos hacen dar un paso más en estas últimas fechas abriendo dos debates que consideramos muy necesarios: la atención a la soledad no deseada y el incremento del 0,7% del IRPF destinado a fines sociales hasta el 1%.

Porque no podemos mirar hacia otro lado cuando existen realidades sociales de gran calado, muy pegadas a la ciudadanía, en las que consideramos que podemos poner nuestro granito de arena, bien porque preocupan y ocupan de una forma muy importante, como es el caso de la soledad; bien porque inciden en mejorar la situación de quienes más lo necesitan, de quienes  se mueven en los límites de una vida digna, como es la realidad de quienes dependen directamente de las ONGs y organizaciones sociales de todo tipo, que gestionan los fondos procedentes de ese 0,7% solidario que llega muy lejos, pero que puede y debe llegar a más.

Es, simplemente, nuestra forma de compartir nuestra suerte y mantener viva nuestra ilusión de seguir en la calle, siempre con las personas en el punto de mira, todas las personas; y de mantener viva una agenda social capaz de incidir en la ciudadanía, con la fortaleza de la sociedad civil organizada precisamente para eso, para fortalecer los eslabones más débiles de la cadena, lo que conlleva fortalecer la sociedad en su conjunto.

El informe sobre la soledad en España presentado estos días por Fundación ONCE con el apoyo de investigadores universitarios y expertos ha puesto de manifiesto dos cuestiones de gran calado y, como tales, han provocado un fuerte impacto mediático y social y generado debate, que esperemos no se pare: primero, el elevado coste que supone la soledad no deseada, hasta 14.000 millones de euros al año, cuantificados en gastos sanitarios, pérdidas de productividad, reducción de la calidad de vida e, incluso, muertes prematuras; el segundo, que la soledad, más allá de lo que pudiéramos pensar, afecta más y con más gravedad a nuestros jóvenes, a los chicos y chicas de 16 a 24 años. Ambos aspectos denotan una importante realidad que requiere medidas. Desde el Grupo Social ONCE hemos puesto en marcha un Observatorio de la Soledad e iniciativas como el Plan ONCERCA con las que seguiremos trabajando para ayudar y desenmascarar esta ya conocida como epidemia silenciosa y, desde el conocimiento, impulsar soluciones.

El segundo aspecto de nuestra reivindicación es también de gran calado y, además, es de justicia. En un momento en el que los ingresos públicos están disparados, la recaudación por IRPF es mayor que nunca, parece razonable tratar de que este esfuerzo de toda la ciudadanía (sufridora por ejemplo de la fuerte subida de los precios) se reparta hacia quienes peor lo tienen: las colas del hambre que tratan de paliar los amigos de los Bancos de Alimentos; las personas sin hogar; las personas migrantes o inmigrantes; los parados de larga duración; quienes no pueden, en definitiva, alcanzar un nivel de vida digno para ellos y sus familias y a quienes no podemos olvidar. Por ejemplo, en 2022, sólo Cruz Roja, con los fondos de la casilla X Solidaria de la renta, atendió directamente a 132.000 personas inmigrantes en España en situaciones de total exclusión. Por eso y mucho más, consideramos de justicia que se eleve el 0,7% hasta el 1% y lo vamos a gritar bien alto en cuantos foros participemos, máxime en estos momentos de procesos electorales abiertos y programas en elaboración.

Por eso pedimos a todos que sean valientes y den el paso. La sociedad civil que está cerca de la gente nunca ha fallado, ha estado a la altura, en los momentos más difíciles por los que hemos atravesado en los últimos años.  Desde el Grupo Social ONCE seguiremos impulsando estos debates, participando en múltiples foros y alzando nuestra voz en cuestiones cargadas de razón y de espíritu solidario. Porque esto también es sostenibilidad y, sobre todo, constituye nuestra esencia social.