Una representación de personas con discapacidad visual, llegadas desde los tres territorios históricos de la Comunidad Autónoma Vasca reivindicaron el pasado 23 de marzo una sociedad más inclusiva en las calles de la capital alavesa, en el marco de la XXVII Carrera de Cascabeles que organizó la ONCE.

Frente a la emblemática estatua del Caminante, se dio el habitual pistoletazo de salida a una carrera que se caracterizó por su buen ambiente y emoción compartida por parte de muchas de las personas invitadas que quisieron ponerse un antifaz, y confiando en su guía, hacer un recorrido de un kilómetro a través de la calle San Prudencio.

Tras la carrera, se entregó el Cascabel de Oro a la Asociacion de ocio Inclusivo Talur, poniendo en valor su trabajo en el ámbito del ocio y el tiempo libre como un instrumento para el enriquecimiento personal, el desarrollo e integración social de las personas con discapacidad a favor de su inclusión social y autoestima. El galardón lo recogió la presidenta de Talur, Amaia González Ruiz de Apodaca, destacando que “este galardón esconde la relevancia que se le tiene que dar a la discapacidad en una ciudad como Gasteiz, y poner en valor y las ganas para seguir abriendo camino a favor de la discapacidad sea cual sea, derrumbando barreras que mucha gente o no ve o decide no verlas”.

“La ciudadanía forma parte de nuestro objetivo en la sensibilización de nuestro problema visual” subrayó el presidente del Consejo territorial de ONCE Euskadi José Antonio Pérez Arias. Y remarcó que “mejorar las ciudades y los derechos de todas las personas con discapacidad mejora a toda la sociedad en su conjunto”.

La alcaldesa de Vitoria- Gastei,  Maider Etxebarria, corrió a ciegas por vez primera de la mano de Sergio Fernández, director de la ONCE en Vitoria y subrayó que la “experiencia debería ser extendida por otros territorios ya que la capital alavesa fue pionera en su organización”.   

El Diputado Foral de Políticas Sociales Gorka Urtaran, destacó que “la carrera sirve para ponernos en la piel de los demás, en la empatía, en la capacidad de captar las necesidades, las inquietudes y los sentimientos de personas con discapacidad”.  También fue la primera vez para la directora de la Fundación Vital Arantxa Ibáñez de Apodaca que “había venido muy nerviosa” porque portar un antifaz le “resultaba complicado. Sin embargo, gracias a mi guía creo que es lo que debemos ofrecer a la sociedad, ser ese compañero de viaje que facilite el camino de las personas con discapacidad visual”.

La Carrera contó con el patrocinio del Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Diputación Foral de Álava, Ayuntamiento de Vitoria- Gasteiz, Fundación Vital,  Fundación Eroski y Coca Cola.