Vendedor del año 2023: “a piel de calle”
El fin de semana del 7 al 9 de junio tuvo lugar en Madrid, la XVII edición del ya consolidado evento “Vendedor del año”, un hito institucional que reconoce la labor de nuestra red de ventas “a piel de calle”.
Un año más, por el mes de junio, y ya van XVII ediciones, irrumpe en la agenda institucional, el conocido evento “Vendedor del año”, acontecimiento que reconoce la labor de nuestros mejores vendedores y vendedoras, a lo largo del pasado año.
Cuando se dice “Vendedor del año”, no se ha de asociar a quien más vende o más ventas consigue, sino que este reconocimiento se otorga en función de múltiples parámetros no solo cuantitativos, sino también cualitativos, teniendo en cuenta situaciones personales, defensa y ejercicio de los valores institucionales, calidad humana y personal, generosidad con nuestro colectivo, etc.
Ya son más de cuatrocientos los compañeros que, en alguna ocasión, han sido galardonados con esta meritoria distinción, con alguna excepción en la que se consigue por segunda vez.
Fieles a la tradición, el acontecimiento siempre se celebra aprovechando el fin de semana y se desarrolla atendiendo al formato ya consolidado de dedicar el primer día a la entrega de los correspondientes galardones en una cena de gala, en la que sentimientos y emociones están “a flor de piel”, reservando la segunda jornada, a un cambio de registro en el que prima la diversión y un clima distendido, forjado por todos los participantes que ya aprovecharon el día anterior para estrechar relaciones e inolvidables lazos de amistad.
En sede habitual, el Hotel Ilunion Pío XII, se alojaron nuestros compañeros y compañeras, por eso de “hacer grupo”, tras haberse trasladado desde sus puntos de origen y ser recibidos por personal de apoyo, que facilitó su desplazamiento.
A la citada cena de gala, precedida de un afectuoso cocktail de bienvenida, asistieron el presidente del Grupo Social ONCE y el director general de la ONCE, quienes, en nombre de la Institución, hicieron entrega de los premios de reconocimiento a los designados como vendedores del año.
Durante el desarrollo de la gala, la productora Yllana, con su grupo de actores y actrices, a cuya cabeza siempre asoma la inefable “Coria”, realiza una desenfadada e ingeniosa propuesta a caballo entre lo formal y lo divertido, que siempre logra sorprender a los asistentes. Un gag, un vídeo con familiares y amigos, unas palabras del galardonado, una conocida melodía, constituyen los ingredientes indispensables para un perfecto maridaje que, a modo de envoltorio, propicia una inigualable atmósfera de hermanamiento, exaltando nuestro orgullo de pertenencia a la ONCE.
Como maestro de ceremonias, el popular presentador Luis Larrodera, que ya es “uno de los nuestros”, conduce de manera magistral el desarrollo de la gala, “a piel de calle” y desde su atril, establece sus ritmos, controla el compás, va dando entrada a sus protagonistas ¡es el Von Karajan! de la orquesta.
A la mañana siguiente, sábado, tras el obligado descanso, la jornada comienza con un copioso desayuno para cargar las baterías que vamos a necesitar durante el día.
Se inicia un recorrido turístico en autobús, que nos lleva desde el Madrid del siglo XXI, por las principales arterias, Plazas y Monumentos de la Villa y Corte, hasta reencontrarnos con las huellas de la historia en el Madrid típico de los Austrias y Borbones. Al pasar por el nuevo Bernabéu, quien más y quien menos, se sorprende por las largas colas y las muchas tiendas de campaña que decoran sus aledaños. La mayoría se preguntan ¿quién actúa hoy? No es Taylor Swift, se trata de otro famoso cantante argentino “El Duki” y es que todos los días, el Coliseum madridista se erige en un polo de atracción turístico.
Un paseo por los alrededores de la Puerta del Sol, Plaza Mayor, Gran Vía, además de un tiempo para las compras, los souvenirs y el obligado bocata de calamares, hacen de paso intermedio para dirigirse de nuevo al hotel, para almorzar y luego descansar sesteando.
Recargadas las pilas, el grupo se traslada en autobús al centro de la capital, donde el aún más bullicioso “Barrio de las Letras”, nos recibe para invitarnos a presenciar una comedia de las que salpican la cartelera de espectáculos madrileña.
El título de esta, “Una Terapia integral”, nos parece lo más ajustado a la receta que todos y todas necesitamos, pues el éxtasis colectivo anhela de tranquilizadores remedios.
Una vez aplicada la correspondiente terapia, nos trasladamos al popular restaurante capitalino “Los Galayos”, de centenaria tradición, castiza manduca y sin igual emplazamiento, en plena Plaza Mayor, con sus soportales y adoquines, que parecían estar aguardándonos. En esta ocasión y en los albores del estío, la climatología nos aconseja recogernos en uno de los comedores internos en el que en el pasado fueron testigos innumerables personajes, políticos nacionales e internacionales, deportistas, toreros, artistas, literatos y también vagabundos y demás gentes del “mal vivir”, porque en Madrid que es de todos, caben todos.
Tras degustar platos típicos de la cocina castiza y al llegar la medianoche, las fuerzas escaseaban, por lo que lo más recomendable era retornar al campamento base. Otra vez el hotel fue convertido tras tantas emociones y sobresaltos, en el “Hotel de la Ilusión”, sentimiento colectivo que a todos embargaba, pues era ya casi el momento de abrazos y despedidas entre algunas risas y abundantes lágrimas.
Nuestro equipo de trabajo, que ha estado siempre al lado de “nuestra gente”, facilita la logística del día siguiente, el día de la partida a los diferentes puntos de destino. Se comparten con vendedores y acompañantes los últimos minutos del domingo que despierta radiante, como para festejar el final del evento poniendo un inolvidable colofón que siempre permanecerá como indeleble recuerdo anidando en el corazón de la buena gente ONCE, que representa sus valores “a piel de calle”.