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CONTRA LA SOLEDAD, ILUSIÓN

La soledad no deseada es una de las problemáticas sociales más acuciantes de nuestra época y una realidad que afecta a miles de personas en España, muchas de ellas con discapacidad. Este fenómeno limita gravemente la participación en la vida social y genera consecuencias negativas en el bienestar físico y emocional. Además de los efectos individuales que, obviamente son los más graves, la soledad no deseada también genera elevados costes sociales y de salud pública, lo que subraya la necesidad de abordarla de manera estructural y coordinada. Por ello, el Grupo Social ONCE, como ha hecho en otras temáticas, ha adoptado una postura activa para combatir este fenómeno, que no puede ser tratado como un problema aislado -o un suceso cuando nos despertamos con alguna noticia terrible-, sino como una cuestión social que requiere una atención integral y comprometida. Datos, realidades, soluciones: en este camino trabajamos desde ONCE, Fundación ONCE e Ilunion, todos juntos para plantar cara a esta lacra que afecta a todos y todas, con mayor gravedad si cabe a las personas con discapacidad.

Estar al lado de las personas ha sido de siempre una de las máximas de la Organización, siempre pendiente de que quienes viven precisamente situaciones de mayor dificultad, encuentren una cadena a la que engancharse, una cadena que en la ONCE llamamos ilusión y que, en el asunto que nos ocupa, añade las ideas de recuperar y mantener la ilusión. Porque cuando se tiene ilusión -definida por el gran Eduardo Punset como el camino que se recorre para lograr algo-, y cuando esa ilusión se renueva constantemente, como hacemos desde la Organización, podemos decir que la soledad no deseada queda casi anulada. Pero claro, como en todos los órdenes de la vida, esa ilusión se cultiva, se cuida, se impulsa y, sobre todo, se trabaja.  En ello estamos.

La ciudadanía española tiene suerte: más de 20.500 personas tejen en las calles, plazas y rincones de los pueblos españoles una red de compañerismo, capaz de compartir un minuto, una charla, una confidencia, a veces simplemente un saludo, una pregunta o un guiño. Son los vendedores y vendedoras de la ONCE, cariñosamente llamados centinelas de la ilusión porque son más de lo que representan, más de unos comerciales al uso: se convierten en muchas ocasiones en verdaderos psicólogos callejeros, siempre dispuestos, siempre abiertos a compartir y acompañar. Algo parecido ocurre gracias a los ya 75.000 trabajadores y trabajadoras del Grupo Social ONCE, que han tejido otra red, esta más concreta, denominada ONCErca, que llega a las personas ciegas de este país para evitar precisamente eso, que se sientan solas. Son dos iniciativas que nacen de las personas; dos redes que se apoyan en la buena gente, en el ejemplo de personas que cuidan de personas sin esperar nada a cambio: contra la soledad, acompañar, contra la soledad, promover la cultura de la inclusión, el apoyo mutuo y la solidaridad, elementos fundamentales para el bienestar colectivo.

Pero no solo esto. En el Grupo Social ONCE somos y nos sentimos sociedad civil comprometida y, como tal, abrimos e impulsamos debates sobre cuestiones sociales de calado, como hemos hecho históricamente: ahora consideramos que la soledad no deseada es una de ellas y ponemos todo nuestro empeño en reflexionar y actuar: hemos creado un Observatorio para poner los datos sobre la mesa,  un 20% de la ciudadanía se ha sentido sola en algún momento; el dato se eleva hasta un terrible 69% en el caso de nuestros jóvenes; y es aún más grave en situaciones de discapacidad u otras de riesgo de exclusión.

De ahí nuestras múltiples iniciativas con un doble objetivo: primero, ayudar a muchas personas, con y sin discapacidad; luego, movilizar a la ciudadanía y a las instituciones hacia un pacto social contra la soledad que se nos antoja necesario y urgente. Por eso trabajamos con un Concurso Escolar para que 150.000 escolares nos den sus ideas sobre la soledad no deseada, que también está en las aulas; contamos con programas que ayudan a personas mayores ciegas con mayor riesgo de soledad en todos los rincones de España; nuestra línea empresarial Ilunion VidaSénior innova cada día y arrastra al sector hacia nuevas iniciativas muy cercanas e inclusivas; y mantenemos siempre abiertos los ojos para detectar y prevenir. No se trata ya de intervenir cuando puede que sea demasiado tarde: necesitamos impulsar lazos sociales que incluyan a todos y a todas, lazos interpersonales que consigan que nadie llegue a una situación de soledad extrema.

Desde Grupo Social ONCE plantamos cara y queremos contagiar nuestra ilusión, una ilusión que trabaja para romper soledades.