DISCAPACIDAD: PUNTO DE UNIÓN
Es poco frecuente juntar y encontrar en un mismo lugar a todo el espectro político español, de todos los partidos, participando en unidad y con un mismo objetivo político común. De ahí la importancia de lo ocurrido en la sede del Parlamento Europeo de Estrasburgo hace apenas unos días, cuando más de una veintena de eurodiputados españoles de todos los grupos parlamentarios se sentaron en torno al Grupo Social ONCE para impulsar la Estrategia Europea de Discapacidad y mejorar así los derechos y la vida de 85 millones de europeos con discapacidad. Compartir objetivos en torno a la discapacidad como punto de unión y de ejemplo, compartir objetivos como punto de partida para abrirse a otras temáticas, compartir objetivos para alcanzar iniciativas de avance social que incluya a todos y todas. Desde la unidad de acción y el respeto a las diferencias. No es la primera vez que sucede en torno a la discapacidad: ocurrió hace justo un año en otro Parlamento, en este caso el español, donde todos los grupos políticos se pusieron de acuerdo para cambiar la Constitución Española sin anteponer la política mal entendida y sí los derechos.
Aquí, se unieron la práctica totalidad de los representantes públicos para modificar la Carta Magna -en la primera reforma social de la misma-, y retirar del artículo 49 la sangrante definición de disminuidos para hablar de personas con discapacidad, todo un avance, todo un punto de inflexión, todo un punto de demostración de que es posible.
Y es especialmente importante que esto ocurra en la décima legislatura europea que arranca estos días y que encuentra así un punto de unión sobre el que referir otras temáticas importantes. Y es especialmente importante que una organización española, el Grupo Social ONCE, lo logre en su denodado y continuo trabajo, gota a gota, reunión a reunión, para demostrar que las personas con discapacidad contribuyen de manera indiscutible a generar riqueza social y económica tanto a nivel comunitario como nacional y si, además, se convierten sin pretenderlo en un punto de unidad, el camino queda abierto.
En estos tiempos de mudanzas a nivel internacional, donde se está empezando a denostar determinadas prácticas políticas, sociales y empresariales que tienen mucho que ver con las personas, con todas las personas y sus derechos, con la sociedad que queremos a futuro, con el cuidado de nuestro planeta (que no olvidemos es nuestro propio cuidado y el de generaciones venideras)... encontrar un punto de encuentro de provecho común se convierte en un nexo importante y un grito desde las personas hacia la sociedad en general, en este caso desde las personas con discapacidad.
En el Grupo Social ONCE seguiremos impulsando la unidad para movilizar avances sociales, no solo para los más de cuatro millones de personas con discapacidad que vivimos en España, no solo para los 85 millones que viven en Europa, para ese diez por ciento aproximado de la humanidad que convive con una discapacidad y que, en ocasiones, puede convertirse en un punto de unión, incluso de ejemplo, para el avance. Nosotros seguiremos intentándolo y dando pequeños grandes pasos como el cambio constitucional, como el encuentro de Estrasburgo y otros que, sobre la base de ideas comunes de mejora global, pongan un granito de arena de futuro y de mejora en todos los ámbitos de la vida: protección social para quienes lo tienen un poco más difícil; acceso al empleo y la educación en igualdad de oportunidades; accesibilidad para la autonomía... Un trabajo que llevamos impulsando ya 20 años en Europa, que se convierte en marca social España, que impulsa marca social Europa y constituye un ejemplo para el resto, desde la sociedad civil organizada.