La presidenta de la Asociación de Ciegos y Amblíopes de Portugal (ACAPO), Ana Sofía Antunes, se entrevistó el 12  de mayo en Madrid con el presidente de ONCE y su Fundación, Miguel Carballeda. Acompañada por el tesorero y responsable de Relaciones Internacionales de ACAPO, Augusto Hortas, mantuvo además una reunión de trabajo con los responsables del área Internacional de la ONCE, que dirige Ana Peláez, para abordar el seguimiento del convenio de cooperación que ambas instituciones mantienen desde 1993.

Más de dos décadas de colaboración que han dado importantes frutos en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad visual del país vecino: una mejor asistencia técnica; acceso a un cupo de plazas en la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE y a los cursos de inmersión al inglés para estudiantes portugueses de Secundaria en nuestros campamentos de verano... ACAPO recibe igualmente de nuestra entidad financiación para proyectos de formación y material específico para personas ciegas.

“Felizmente, con el tiempo ha habido una gran evolución en la realidad de las personas con discapacidad visual en Portugal, sobre todo en inclusión educativa, y legislaciones que han provisto a nuestro colectivo de nuevos derechos y cambiado sustancialmente la situación. Normas recientes que afectan a la no discriminación y la accesibilidad y que, junto a la ratificación de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, son muy importantes para que nos sintamos más fuertes ante los desafíos cotidianos. Pero aún hay graves dificultades en ámbitos como el empleo, agravado además por la crisis económica”, explica Ana Sofía Antunes, que preside ACAPO desde enero de este año y cuyo mandato se extiende hasta finales de 2016. Licenciada en Derecho, fue ya vicepresidenta entre 2005 y 2007 y posteriormente miembro del Consejo Fiscal y de Jurisdicción de ACAPO.

Una cooperación fundamental

Antunes pone en valor el peso del convenio con la ONCE, que “ha sido -afirma- muy importante en la consolidación de ACAPO como organización de ámbito nacional" (archivo MP3). 

Para ACAPO, en este año en que celebra su 25º aniversario los principales retos se centran en luchar contra la crisis y el deterioro de la calidad de vida de las personas con discapacidad visual, conquistando el apoyo de las instituciones públicas portuguesas. A la vez, pretenden mejorar la atención a sus mayores, pues se multiplica (como ocurre en España) la población con pérdida de visión en edad avanzada que requiere métodos específicos de atención y rehabilitación. ONCE, por su parte, mantendrá las becas para los campamentos de idiomas y para su Escuela de Fisioterapia, junto a otros proyectos de formación y capacitación profesional. Además, contribuirá, “mediante apoyo técnico y personal -explica Antunes-, a otro de los proyectos más importantes a poner en marcha este año, la constitución de la Unión de Ciegos de Lengua Portuguesa”.

25 años de historia

La Asociación de Ciegos y Amblíopes de Portugal (ACAPO) se fundó el 20 de octubre de 1989, por la fusión de la Asociación de Ciegos Louis Braille, la Liga de Ciegos Joao de Deus y la Asociación de Ciegos del Norte de Portugal. En octubre de este año, 2014, celebra su 25º aniversario.

A finales de los 80 la realidad de las personas ciegas y deficientes visuales de Portugal constataba la necesidad de una institución de ámbito nacional que rentabilizara las sinergias y recursos financieros de las distintas organizaciones representativas de colectivo. Así nació ACAPO, como Institución Particular de Solidaridad Social (IPSS) con características únicas en el movimiento asociativo de discapacitados en Portugal, tanto por su estructura organizativa como por sus fines y actividades. En la actualidad, es la única asociación de personas ciegas y con baja visión en el país vecino, con unos 3.000 socios que pagan una cuota anual de 12 euros, y celebra elecciones democráticas internas cada tres años.

ACAPO forma parte de las Uniones Europea y Mundial de personas ciegas (EBU y UMC), así como del organismo internacional especializado en la educación de este colectivo, el ICEVI, y de otras organizaciones de relevancia en el campo de la ceguera. Tiene relaciones especiales con países lusófonos como Brasil y, sobre todo, del África subsahariana (Guinea Bissau, Cabo Verde, Mozambique, Angola y Santo Tomé y Príncipe).

M.L.