El 19 de noviembre pasado, la Dirección General del IMSERSO, Fundación ONCE, la Federación Nacional ASPAYM y la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (PREDIF) presentaron un ambicioso convenio de colaboración que pretende fomentar la autonomía personal de las personas dependientes mediante el desarrollo de la figura del asistente personal. En nombre de la Administración, el director general del IMSERSO, Cesar Antón Beltrán, anunció que está ya en pleno trámite la cualificación profesional específica de esta figura asistencial, que espera ver hecha realidad en las primeras semanas de 2015, en respuesta a una reivindicación ya histórica del colectivo de personas con discapacidad.

Participaron en la presentación del acuerdo, junto a Beltrán, Severino Rodríguez, consejero delegado del Área de Accesibilidad del grupo de empresas de la ONCE y su Fundación, ILUNION;  Francisco Sardón, presidente de PREDIF; Alberto de Pinto, presidente de la Federación Nacional ASPAYM; Luis Cayo Pérez, presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI); e Ignacio Tremiño, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad, quienes quisieron mostrar así su explícito apoyo a un proyecto que consideran de trascendental interés para todo el colectivo de personas con discapacidad en España y sus familias.

Beltrán reconoció que, en el marco del  Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, la asistencia personal reclamaba actuaciones “en cuanto a su configuración, impulso y regulación”, en cuya consecución espera que este convenio contribuya a “potenciar esta figura que no sólo beneficiará a las personas en situación de dependencia -dijo- sino que además fomentará la creación de empleo y, en un futuro, también el empleo de las propias personas con discapacidad”.

Por su parte, Severino Rodríguez subrayó el firme apoyo de ONCE y su Fundación a cuantas iniciativas vengan a “garantizar a las personas con discapacidad el verdadero control de su vida sin intermediarios”, reto en el que cobra especial significación la figura del asistente personal, “que ofrece beneficios tanto en el ámbito del derecho, como en el social, económico y de empleo”. Coincidió al respecto con Francisco Sardón, de PREDIF, quien recordó que en el movimiento asociativo “siempre hemos creído que el asistente personal era la figura que daba más sentido a la Ley de Dependencia”, pues su apoyo -dijo- permite a la persona con discapacidad “desarrollar todas sus tareas de forma independiente y autónoma”.

En cuanto al presidente del CERMI, quiso destacar el valor de esta “alianza por la autonomía personal” como germen, propiciado por todas las entidades firmantes, “para introducir el cambio necesario que nuestro sistema necesita para no ser sólo de Dependencia, sino de auténtica autonomía personal”, afirmó Luis Cayo Perez. Por ello, el director general Ignacio Tremiño se permitió hablar de “un antes y un después” de este convenio en su respuesta a las demandas del sector de la discapacidad, abriendo un mayor abanico de posibilidades: “como personas con discapacidad, tenemos que saber cuáles son nuestros derechos y obligaciones y no acomodarnos a lo que nos llegue -concluyó- sino buscar la mejor opción para mejorar nuestra calidad de vida”. Mientras Alberto de Pinto, en nombre de ASPAYM, elogió la figura del asistente personal como un apoyo “humano, constitucional y obligatorio”, que -señaló- “con la crisis, no sólo económica sino también de valores, así como el envejecimiento de la población, es cada vez más necesario”.