Todo se remonta a 1984, pero... no, no vamos a tratar de la resistencia de Winston Smith hacía el Gran Hermano de la inquietante novela de George Orwell. Vamos a recordar un año crucial para la ONCE, en el que se materializó (el 2 de enero de dicho año) la fundamental modernización del cupón, que pasó a tener de tres a cuatro cifras al tiempo que pasaba a celebrarse un único sorteo unificado de carácter nacional.

En el año 1984 nació también el primer “bebé probeta” español, el PIB crecía un 2%, estábamos seriamente preocupados con la cifra de paro que estaba a punto de alcanzar el 18% y con la de la inflación que superaba el 12%... Se presentaba una querella contra Jordi Pujol por la crisis de Banca Catalana; España y Francia firmaban un importante acuerdo antiterrorista; se producía uno de los mayores desastres de la industria química al originarse una fuga de un gas tóxico en una planta de pesticidas y matar a miles de personas en la ciudad de Bhopal en la India. También moría Johnny Weissmüller, el Tarzán más popular del cine, era asesinada por sus propios guardaespaldas la política india Indira Gandhi, SEAT comercializaba el primer Ibiza, nacía el juego que se haría tan popular “TETRIS” y, por primera vez en su historia, el gordo de la lotería de navidad era cantado por niñas.

El primer día de aquel año, la ONCE sorteó un cupón extraordinario con enorme éxito, yendo a parar los 60 millones de pesetas (aproximadamente 360.000 €) del primer premio a Las Palmas y la mayor parte de los agraciados con un millón de pesetas (6.000 €) a Cataluña.

Al día siguiente, se puso a la venta el nuevo cupón de cuatro cifras, abandonándose los sorteos regionales, provinciales e incluso locales que en número de 30 se realizaban diariamente por toda España, para confluir en un sorteo único, que se celebraba de lunes a sábado en todo el territorio nacional. Estaba impreso a dos tintas, resaltando en rojo los números, apareciendo en el primero la imagen de Louis Braille. Se aumentó el precio a 50 pesetas (0,30 €) y el premio a las cuatro cifras a 100.000 pesetas (600 €) por serie. El producto gustó y, buena parte de su éxito, lo tuvo la masiva y estupenda campaña de publicidad que bajo el eslogan “La Ilusión de todos los días”, lo promocionaba y que pasaría ya a formar parte del acervo popular.

En este 2014 a punto de terminar, año en el que se cumple el trigésimo aniversario de aquel hito que supuso la modernización del cupón y de la Organización, mejorando la cantidad y calidad de la prestación de servicios al incrementarse sustancialmente los recursos disponibles gracias a la reforma realizada, no podemos olvidarnos de los hombres y mujeres que con su lucha y esfuerzo sentaron las bases de lo que hoy representa esta Entidad, tanto a nivel nacional como internacional.