España, campeona de Europa de Fútbol Sala para deficientes visuales
Disputado en la localidad italiana de La Spezia, venció en la final a Rusia por 2-1
La selección española de fútbol sala para deficientes visuales (categoría B2/B3) se proclamó campeona de Europa tras vencer en la final por 2-1 al combinado de Rusia. Tras un encuentro muy competido, disputado en la localidad italiana de La Spezia, el equipo nacional logró alzarse con el máximo trofeo continental, relegando así a la selección rusa a la medalla de plata y a la ucraniana a la medalla de bronce. El combinado nacional, dirigido por Jesús Bargueiras, estuvo compuesto por el madrileño Juan Carlos Sánchez; los malagueños Oliver Rodríguez, Ignacio Montañez y Pedro Fernández; la dupla de hermanos granadinos, Juan Miguel y Eduardo Fuentes; y por el jugador cordobés Juan Antonio Almeda. Estuvieron acompañados por los porteros malagueños, Álvaro Vílchez y Enrique González, además de los componentes del cuerpo técnico Martín Cruzado, Antonio Ruiz y Sergio Gómez (fisioterapeuta).
Un equipazo, que a su vuelta a España, se mostraba más que satisfecho, según su seleccionador, Jesús Bargueiras, quien nos apuntaba que “la respuesta de los jugadores ha sido muy buena” (archivo MP3).
Al Campeonato, disputado desde el 13 de diciembre, acudieron siete selecciones: Ucrania, Turquía, Inglaterra, Italia, Austria, Rusia y España. El combinado nacional quedó encuadrado en el grupo B, junto a Ucrania (vigente campeona del mundo), con la que empató a cero en el partido del debut; y junto a Turquía, a quien endosó un 10-0 que le valió el pase directo a la final por mejor diferencia de goles. Pero todo este proceso hasta llegar resultó muy emocionante según nos comentaba a su vuelta el propio Bargueiras (archivo MP3). Para el entrenador, la experiencia en este Europeo ha sido además una inyección de ánimo muy importante para nuestro seleccionado (archivo MP3).
Además, proyectándose ya en clave de futuro, en su opinión este resultado “nos prepara muy bien para el Mundial”, una cita que tendrá lugar el próximo mes de mayo en Seúl, la capital de Corea del Sur (archivo MP3).
Cara a esta próxima cita, Jesús asegura sin dudar que los grandes rivales seguirán siendo Ucrania y Rusia, pese a la presencia también de equipos latinoamericanos muy fuertes y que a un único partido pueden resultar muy peligrosos. Pero el conocimiento previo de enfrentamiento en un campo de fútbol ya lo lleva nuestra selección a sus espaldas. Por tanto, “sabemos de lo que somos capaces y conocemos a los equipos a los que nos enfrentaremos. A partir de ahora lo importante es trabajar al máximo durante estos tres próximos meses para llegar en las mejores condiciones”, segura el entrenador y seleccionador, poniendo el acento en las virtudes de sus muchachos. “Todos estuvieron a un altísimo nivel”, declaraba a nuestra revista.
¿Cómo se juega?
Los ciegos y deficientes visuales compiten en dos categorías distintas, existiendo grandes diferencias entre ambas. Los jugadores con deficiencia visual (B2/B3) no necesitan apenas adaptaciones para competir. Estas adaptaciones van principalmente encaminadas a conseguir contraste entre el color del balón y el suelo, y entre la portería y el fondo de pista, así como una iluminación de igual intensidad durante los 40 minutos de juego real que dura el partido. Los jugadores clasificados B3 deberán llevar un brazalete en el brazo derecho de un color distinto al de su camiseta. Además, en la pista de juego, como mínimo deberán jugar durante todo el desarrollo del partido dos jugadores de la categoría B2 (con menor resto de visión).
Por su parte, el fútbol categoría B1 (practicado por ciegos totales) ha necesitado mayor número de adaptaciones, estando en estos momentos bien desarrollado y reglamentado, como un deporte seguro y viable para personas ciegas. Las características específicas imprescindibles son: balón sonoro; vallas laterales que evitan los fueras de banda, salvo que el balón salga por encima de éstas, siendo además un elemento de orientación y seguridad para el jugador; el portero es vidente y tiene limitada su maniobrabilidad a una pequeña zona dentro del área de penalti; un guía detrás de la portería orienta a los jugadores; y los jugadores están obligados a decir, de forma clara y audible, la palabra “voy”, para evitar golpes y orientar al jugador rival.