Se pretende reforzar la colaboración mediante un proyecto de formación del profesorado

Tras la creación en 2010 del Aula de rehabilitación integral de ciegos y deficientes visuales, de la Organización Nacional de Ciegos de Guinea Ecuatorial (ONCIGE), en su capital, Malabo, gracias al apoyo financiero y material de la ONCE, nuestra organización acaba de realizar una donación tanto de materiales específicos básicos como de artículos de alta tecnología destinados a sus nuevas aulas para aprendizaje del braille y acceso a la tiflotecnología. Es ésta una de las iniciativas más ambiciosas de la ONCIGE que -tras unos pocos años de recorrido- comienza a dar sus primeros frutos entre las personas ciegas del país africano.

La ONCE estudia en la actualidad la posibilidad de intervenir en Guinea para apoyar la implantación de un proyecto educativo de formación del profesorado que atiende a los niños y niñas ciegos, inspirado en la estela de otros proyectos de cooperación internacional en el ámbito educativo como los que ha desarrollado, a través de FOAL, en Iberoamérica.

España (y en concreto la ONCE) mantiene una histórica cooperación con la antigua colonia en materia de atención a la ceguera, pero ésta ha resultado en general muy complicada por la escasez de interlocutores locales. Sin embargo, desde la constitución de la ONCIGE en 2009, la ONCE ha podido ir ofreciendo tratamientos para atención de personas afectadas por baja visión, así como programas de capacitación y rehabilitación de sus afiliados y afiliadas; una ayuda muy necesaria, dadas las grandes dificultades económicas que sufre la organización guineana. De este modo, el 1 de diciembre de 2010 se iniciaron las clases de su Aula de braille, para habilitar en esta destreza a ocho personas en edad productiva y sin capacidad económica -lo que a menudo imposibilita los desplazamientos de los alumnos interesados-, consiguiendo en esta etapa mantener una media de continuidad de seis alumnos de forma constante. Además, la ONCIGE acaba de iniciar un programa de movilidad, que continuará con otros enfocados a dactilografía informatizada (D.I.O.), ofimática, idiomas, telefonía, etc.

Según explica el presidente de la entidad africana, Juan Rocoso, de los tres millones de habitantes que se estiman como población del país en la actualidad, sólo 1.500 personas están registradas como afectadas por discapacidad visual, aunque su estimación teórica de población que sufre estos problemas es sensiblemente mayor. Además, muy pocas de estas personas conocen el braille u otras habilidades que favorezcan su autonomía, al punto de que sólo un niño con discapacidad visual está oficialmente registrado en las escuelas ordinarias guineanas. En consecuencia de todo ello, tanto el aprendizaje del braille a un nivel mínimamente habilitador entre este segmento de su población como la estimulación a través de la educación temprana, resultan, hoy, objetivos prioritarios para ONCIGE, objetivos que necesariamente pasan por establecer relaciones y conseguir la cooperación también del Ministerio de Educación de Guinea Ecuatorial.