Isabel Vera: "Seas creyente o no, el Papa es muy importante"
La adolescente madrileña, afiliada a la ONCE, ha participado en el congreso mundial de Scholas Ourrentes, impulsado por el Papa Francisco I
Tranquila, sincera, soñadora. La adolescente ciega (de 13 años), afiliada a la ONCE desde su más tierna infancia, ha sido una de las ocho jóvenes con discapacidad que conversó con el Papa Francisco a raíz del congreso mundial de Scholas Ocurrentes, la red global impulsada por el propio pontífice para compartir experiencias educativas independientemente de credos y geografías. Así, el 5 de febrero y mediante videoconferencia simultánea, Isabel Vera puso su granito de arena junto a otros chicos y chicas de Brasil, Nebraska, la India y la propia España, durante el encuentro tecnológico-educativo que clausuró el Congreso de Scholas Ocurrentes celebrado en Roma.
Con la emoción difícilmente contenida del momento, Isabel explicó al Papa desde la capital de España cómo estudia -“con el apoyo de la ONCE”, puntualiza- en un centro ordinario de la Comunidad madrileña. Y aprovechando la videoconferencia le mostró las adaptaciones que utiliza en su ordenador, con lector de pantalla y línea braille. El Papa mostró asimismo interés por el deporte que practica: “me dijeron que te gusta correr, que sois un poco atleta...”, le dijo. Y ella, con una sonrisa en los labios y venciendo su timidez, le confesó que sí: “me encanta el atletismo”. Él, siempre cercano, le incitó con cariño: “¡A ver, cuéntame lo que haces!”. E Isabel le relató, en pocas palabras, cómo practica atletismo “dos veces por semana, en una escuela de Fuenlabrada (localidad donde reside) y, un día más, en el Centro Deportivo y Cultural de la ONCE en Madrid”. Su inclinación por el deporte, el arte y la tecnología construyeron, grosso modo, el argumento de este entrañable encuentro compartido, pionero en cuanto a este tipo de comunicación directa del Papa con jóvenes con discapacidad (formato MP3).
Un maldito medicamento
Isabel apenas contaba tres años cuando sufrió una extraña reacción alérgica a un medicamento de uso habitual para niños, que desencadenó el caos en su pequeño organismo. “Me afectó a la vista y a las mucosas de todo el cuerpo; me salieron heridas por la piel, por dentro del esófago...”, explica ya sin que la pena aflore en apariencia a sus palabras. Aquel hecho que marcó, a buen seguro, el rumbo de su vida le dejó cicatrices, sí, pero también un intenso ímpetu y fuerza para superar cualquier situación y circunstancia. El amor y el deseo de compartir son siempre la mejor medicina, y sus padres -transmisores de los valores que adornan una personalidad coherente al tiempo que espontánea, ingenua e inocente- lo sabían muy bien. Quizá por eso para ella, sin duda, por el momento lo más importante ha sido alcanzar el sueño de tener una hermana... “Se la pedía a los Reyes Magos, a Papa Noel, por mi cumpleaños... Mis padres siempre me decían que ellos no traen animales ni hermanos, pero yo ‘erre que erre’, así que cuando la tuve fue una gran alegría, la verdad”. Cinco años lleva ya, así, Isabel repleta de felicidad (formato MP3).
Mientras hace camino al andar, indaga en busca de libros interesantes a través del Club del Afiliado de la ONCE, estudia idiomas (inglés y francés) con especial interés y confiesa tener muy claro su futuro universitario (formato MP3). "Ya sé lo que quiero estudiar: Psicología. Quizá también alguna carrera relacionada con los idiomas, pues quiero hablar un mínimo de tres”, asegura con aplomo. Las nuevas tecnologías y el braille son también combinación perfecta y necesaria en su quehacer estudiantil, en el que destaca el papel del profesor de apoyo de la ONCE (formato MP3): “siempre están ahí cuando los necesitas. Te ayudan para seguir las clases y te pasan los exámenes para que los profesores los puedan corregir, además de pedirte el material que necesites. Para nosotros son fundamentales, sobre todo de más pequeños”, asegura. Y con agradecimiento comenta: “para mí la ONCE es muchas cosas, porque siempre me han estado ayudando desde que perdí la vista y empecé en Atención Temprana”.
Y así, con la música de la guitarra que tanto le gusta tocar, la imaginación transformada en relatos que gusta escribir y el tarareo de canciones que gusta cantar (“cuando nadie me oye”, confiesa), concluimos una charla que -ahora que recordamos- arrancó con el Papa: “una persona muy importante, seas religioso o no. Al margen de que yo realmente crea o deje de creer, es desde luego una persona muy importante para mí”, remata convencida (formato MP3).
Genoveva Benito