Convenios con las Universidades de Santiago y Valladolid
La Universidad de Santiago de Compostela (USC) y Fundación ONCE rubricaron el pasado 4 de junio un convenio de colaboración para favorecer la accesibilidad universal y la inclusión de las personas con discapacidad. Unos días después, el 9 de junio, era la propia ONCE la que suscribía un acuerdo similar, en su caso con la Universidad de Valladolid.
El rector de la USC, Juan Viaño, y el vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, fueron los encargados de firmar el acuerdo en la sede de la universidad de Santiago, con presencia también de Isabel Martínez, comisionada de Universidad, Juventud y Planes Especiales de Fundación ONCE. El objetivo específico es acordar medidas que mejoren la igualdad de oportunidades, la accesibilidad universal, la inclusión y la no discriminación de las personas con discapacidad en esa comunidad universitaria, fomentando además la contratación pública socialmente responsable. En concreto, contempla actuaciones en: sensibilización, concienciación y formación; accesibilidad universal y diseño para todas las personas; fomento de la igualdad de oportunidades del alumnado con discapacidad; e inclusión laboral. También se plantea promover las compras socialmente responsables, para lo que la USC valorará su integración en el ‘Foro para la Contratación Pública Socialmente Responsable’, que promueve cláusulas de contenido social en la contratación pública que favorezcan al colectivo de personas con discapacidad. Por su parte, Fundación ONCE asesorará a la universidad gallega en el diseño de planes de accesibilidad física y tecnológica, que incluye los portales y plataformas web del centro. Y la USC apoyará la inclusión en los currículums de sus carreras y cursos de postgrado de los conceptos de accesibilidad universal y diseño para todos, utilizando las guías elaboradas por la Conferencia de Rectores en colaboración con Fundación ONCE.
Además, la USC colaborará en el programa de prácticas académicas ‘Oportunidad al Talento’, por el que Fundación ONCE intermedia para facilitar ofertas empresariales a estudiantes con discapacidad; y en el paralelo plan de becas que facilitan para este colectivo la movilidad transnacional, realización de masters de postgrado, investigaciones y prácticas en empresas externas.
Formación universitaria y empleo
Alberto Durán insistió en que hay que incrementar el acceso a la universidad y al empleo de calidad de los jóvenes con discapacidad: “la mayor de las exclusiones es la del conocimiento, y entre nuestro colectivo el acceso a la formación es la mejor garantía de inserción laboral y de un pleno desarrollo personal y social”, dijo. Y se refirió, complementariamente, a las asignaturas pendientes de la universidad española en materia de responsabilidad social, tanto las referidas al compromiso con las compras socialmente responsables, “como en materia de contratación laboral de personas con discapacidad en el ámbito universitario”.
Por su parte, el rector Viaño reconoció “la obligación de una universidad como la nuestra en colaborar activamente a la integración educativa, social y laboral de personas con discapacidad”. “Estamos cumpliendo con nuestra misión como universidad pública -afirmó- cuando definimos la inclusión y la accesibilidad como criterios de excelencia de los campus”, y defendió igualmente los criterios de accesibilidad universal a las instalaciones y a las actividades formativas.
Acuerdo en Valladolid
En la misma línea, el rector de la Universidad de Valladolid, Daniel Miguel San José, y el delegado territorial de la ONCE en Castilla y León, Ismael Pérez, suscribieron el 9 de junio un convenio de colaboración con el fin de consolidar la cooperación en materia educativa y social que ambas instituciones mantienen, así como abrir un nuevo marco de actuación para impulsar la integración académica y sociolaboral de las personas con discapacidad, en general, y de los afiliados a la ONCE en particular.
La firma se apoya en iniciativas conjuntas que, desde hace años, ambas instituciones impulsan para la atención educativa, dotación de ayudas técnicas y adaptación de puestos de estudio y de trabajo para los estudiantes ciegos y con discapacidad visual en dicho campus. En la actualidad, hay más de 20 miembros la ONCE que desarrollan algún tipo de actividad académica en la Universidad de Valladolid (estudiantes, profesorado y personal de administración).
El acuerdo pretende también consolidar la colaboración en los cursos de formación que se ofrecen regularmente al personal y profesorado de este centro en materia de discapacidad, y en las actividades de sensibilización hacia la comunidad universitaria. Así, ambas entidades promoverán nuevas líneas de actuación conjunta en áreas como investigación e innovación, accesibilidad, empleabilidad o relativas a las actividades solidarias y de voluntariado ofrecidas por la ONCE para estudiantes universitarios.
La discapacidad en el ámbito universitario
La población con discapacidad de entre 18 y 24 años presenta unas tasas de abandono escolar prematuro superiores al 50% (frente a una tasa del 25% en la población general española), si bien éste no es el caso del alumnado con discapacidad visual, cuya tasa de abandono es similar a la del conjunto de la población del país.
Actualmente, los estudiantes con discapacidad representan sólo el 1,3% del total de nuestros universitarios, porcentaje que se reduce aún más cuando hablamos de posgrados, doctorados y personal investigador. De este modo, en nuestro país hay apenas 20.000 alumnos universitarios con discapacidad y, de ellos, casi el 50% estudia en la Universidad de Educación a Distancia (UNED).