“Espectacular, una pasada, una sensación alucinante, flojera en las piernas, una experiencia maravillosa, para repetir, extraordinario, no esperaba emocionarme tanto, me parecía algo imposible, como una atracción de feria...”. Así, con la sonrisa dibujada en el rostro, expresaban la satisfacción que habían sentido al conducir por ellos mismos un coche en el circuito del Jarama en Madrid. Pero ¿por qué tanto alboroto, bombo y platillo?... Pues porque los que tuvieron el placer de disfrutar esta experiencia fueron  60 personas ciegas o con grave discapacidad visual, en dos tandas de mañana y tarde el pasado 16 de julio.

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Era la primera vez en la historia que un grupo de personas ciegas disfrutaba de esa sensación de conducir autónomamente, y en un ambiente de total seguridad, gracias a la iniciativa conjunta de SEAT, RACE y ONCE. Un proyecto que, cuando se lo presentaron, Luis Miguel López, presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Madrid, calificó de “locura”. Y es que -asegura- “aquello de juntar el circuito del Jarama, coches, velocidad y personas ciegas... no parecía muy sensato”. Pero una vez probada la experiencia, todo cambia (archivo MP3).

Claro, que -como nos explicaba por su parte Diego Azúa, director de Comunicación del RACE- ellos también se sentían al principio “un poco reticentes” (archivo MP3).

Al final, la experiencia mostró que lo que no lo parecía podía ser posible. Para superar este reto pionero (bautizado como ‘Conducir, una ilusión’), un grupo de expertos monitores de la asociación ‘No + accidentes’ acompañaron a los protagonistas, ayudándoles en todo momento y permitiendo que la jornada transcurriera con total normalidad, sin ningún incidente, pese a desarrollarse con coches convencionales. Como nos explicaba Alberto, uno de los monitores,  lo más importante era “no olvidar lo que es obvio para otros conductores” (archivo MP3).

“No hay que tener miedo”

En definitiva, mucha atención y una dosis de valor, como reflexionaba uno de los flamantes conductores, David Olaya, vicepresidente 2º del Consejo Territorial de la ONCE en Madrid: “no hay que tener miedo, sólo tener en cuenta que es una actividad con unas características diferentes, muy especiales” (archivo MP3).

De hecho, los SEAT León utilizados eran vehículos de mercado, equipados con los mismos sistemas de seguridad que ya facilitan la conducción a todos los usuarios, como el asistente de control de carril, control de velocidad adaptativo y otros elementos comunes no menos importantes; desde los controles de estabilidad, al freno ABS, los airbags oel cambio automático DSG, que permitía a los participantes -todos ellos ciegos totales o con discapacidad visual grave- sentirse absolutamente seguros y poder concentrarse en esta nueva y apasionante experiencia de conducir un coche por sí mismos. Mila, una más ante el volante, aseguraba no haber sentido miedo en ningún momento, al contrario: “ha sido una experiencia maravillosa, para repetirla”, aseguraba (archivo MP3).

Todo transcurrió muy rápido. Los singulares pilotos ni siquiera notaron el asfixiante calor de una jornada inolvidable en la que a Luis Miguel López, como representante de la ONCE, junto a Mikel Palomera, director de SEAT España, y Carmelo Sanz de Barros, presidente del RACE, les acompañaron como ‘embajadores de SEAT’ los actores María Castro y Maxi Iglesias.

Curso intensivo

El programa comenzó con una charla a todos los participantes ciegos para explicar la actividad, las medidas de seguridad y las normas a seguir. Toni, otro de los pilotos profesionales que acompañaron en la experiencia de conducción, explicó a una nerviosa audiencia que el monitor iría en todo momento orientándoles “como si el volante fuese un reloj”: mano derecha a las 12 y giraremos a la derecha a la orden de y cinco, y diez, y cuarto...Y, por el contrario, hacia la izquierda: menos cinco, menos diez, menos cuarto... “El único problema serán las rectas -advirtió-, en las que rectificaremos con indicaciones por minutos... Y no os preocupéis -les animó sonriente- que estáis con los mejores monitores del mundo. Va a ser muy divertido” (vídeo demostración).

Con estas premisas y tras la arenga, cada monitor quedó encargado de tres personas ciegas, quienes, cogidas de su codo, se dirigieron al circuito. Ya en el coche fueron realizando, alumno por alumno, unas pequeñas prácticas, para coger el tacto a los pedales y así evitar acelerones o frenadas bruscas. Algunos habían conducido antes de perder la visión y todavía lo recordaban. Como José Luis, que nos confesaba que “ya tenía mono de volante” (archivo MP3). Inmediatamente después, y evidentemente expectantes y nerviosos, piloto y copiloto se situaron en la parrilla de salida, donde comenzó la verdadera aventura. María reflexionaba: “ojalá hubiera conducido cuando tenía vista” (archivo MP3). Mientras Cristian, otro de nuestros ‘piloto por un día’, aseguraba sentirse emocionado aunque cómodo, pese a reconocer haber confundido alguna vez derecha e izquierda (archivo MP3).

Con general pericia y escasos sustos, los participantes se fueron adaptando al medio. La mayoría repetía más de una vuelta, iba ampliando su seguridad y algunos llegaron a alcanzar velocidades superiores a los 100 km/h en la recta principal del Jarama. Una velocidad  que puede parecer baja, en un circuito, para personas sin problemas visuales, pero que es un auténtico logro para quienes han conseguido hacerlo sin ver. Era la primera vez en el mundo que personas ciegas pilotaban por sí mismas un automóvil convencional, en un circuito de velocidad y con tan sólo las indicaciones de un monitor especializado como acompañante... ¡Enhorabuena!

Natalia F. Santamarina