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Lucía Hernández: "¿Esta era la chica que no ve...?

Demuestra que ser ciega no es impedimento para aspirar a Reina del Carnaval, en Santa Cruz de Tenerife

Una espectacular Lucía Hernández, en el Carnaval de Santa Cruz de Tenerife

Divina, majestuosa, espectacular. La joven y bella chicharrera ha brillado, y nunca mejor dicho, en el popular y tradicional Carnaval’2016, que se celebra en la isla de Tenerife (Canarias), en el mes de febrero de cada año.

Ciega total desde los 14 años, Lucía Hernández ha visto cumplido su sueño desfilando, junto al resto de candidatas, con un espléndido traje de fantasía, obra de Frank Romero. “Cuando me describieron el significado del traje se me saltaron las lágrimas. Me sentí muy identificada con la princesa guerrera que representa”, nos comenta emocionada. Así nos cuenta que “el diseñador lo había creado ‘un poco en honor a mí’, por la idea de valentía, de fuerza de voluntad...” (formato MP3). Y es que,  además, llevar una fantasía de  más de 350 kilos de peso encima ¡no es cosa baladí!

Deportista desde niña, medallista en pruebas de atletismo en diversos campeonatos de la ONCE, tuvo este año, no obstante, que ponerse las pilas para lucir en todo su esplendor y llevar con buen ritmo el desfile Reina del Carnaval. Alta, sí  (algo más de 1,70 m.),  pero menudita (unos 55 kilos de peso), Lucía se preparó a fondo, con entrenador personal inclusive, para fortalecer abdominales, espalda y lumbares. El reto merecía la pena.

“Tienes que estar muy fuerte para llevar todo y al unísono bailar y moverte con agilidad también”, apostilla satisfecha por la experiencia vivida (formato MP3). Eso sí, asegura no ser en esto ninguna excepción, pues “todas las chicas nos preparamos meses antes. Tienes que entrenar físicamente mucho si quieres llegar a ser candidata a Reina, porque es mucho el peso a soportar”, nos comenta (formato MP3). Los zapatos, de ensueño -“maravillosos”, dice-, con plataforma delantera y tacón de aguja, le hicieron sudar la gota gorda hasta dominarlos, “bailando en la calle, saltando y hasta corriendo. Tras un mes te haces a ello (formato MP3); ahora lo que no puedo es ir con calzado plano”, bromea. Con tan espigadas y musculosas piernas ha pasado, explica dicharachera, “de carnavalesca de calle, como decimos nosotros”, a elevarse hasta lo más alto de la fiesta.

Lucía Hernández durante un desfile en el Carnaval de Santa Cruz deTenerifeSólo hay que intentarlo: nada es imposible si se buscan las maneras para conseguir la normalización en cualquier actividad. Lucía y Frank las encontraron para desfilar y bailar, en igualdad de condiciones que el resto de las aspirantes. A través de unos simples auriculares, Lucía mantenía contacto directo con su mentor. “No se colaba ningún sonido más; sólo la voz de mi diseñador”. Y con minucioso detalle explica el proceso repleto de complicidad´(formato MP3): “cuando se abre la puerta del escenario yo salgo y él me va dirigiendo desde el minuto uno; me va diciendo ‘avanza, avanza’ o ‘giro a la izquierda’ o ‘a la derecha’... Me corrige en todo momento la trayectoria. Porque, claro, el traje -a veces- quieres moverlo un poco y del peso se puede ir hacia un lado u otro. Entonces también me avisaba: ¡cuidado que se te va a la derecha!, o corrige un poco trayectoria”. Este entendimiento pleno, con pocas palabras muy ensayadas, se completó “por seguridad” con un bailarín, que danzaba por delante de tan espectacular dama. “Porque si, por lo que sea, se me trababa el traje, que no ocurrió, yo no iba a verlo evidentemente”, añade.

Un impresionante traje con plumas blancas y miles de piedras brillantes, en colores turquesas, dorados y aguamarinas, no hizo ni un ápice de sombra a la sonrisa abierta y feliz de Lucía. “¡Objetivo cumplido!  (formato MP3) Sí, se puede participar con cualquier tipo de discapacidad; sí podemos hacer un carnaval inclusivo. Quitemos las etiquetas, normalicemos las cosas...”, declara revitalizada. “Hemos cambiado la frase de ‘¡Ay, pobre cieguita!’ a: ‘¿Pero ésta era la chica que no ve?’. Y eso para mí es lo más bonito y el mayor premio que podía tener”, concluye. ¡Felicidades!

Genoveva Benito