Los retos y desafíos que plantea el cambio climático a la luz del nuevo marco normativo aprobado en mayo.

El cambio climático es un término que cada día está más presente en nuestro día a día, pero ¿Cuál es su significado?

Es un fenómeno que se caracteriza por la variación en las condiciones meteorológicas que hasta ahora habían sido habituales en cada región del planeta, poniendo en peligro la supervivencia de cada una de las especies (incluyendo la especie humana) provocándose lluvias torrenciales en regiones desérticas, temperaturas anormalmente altas o bajas, nevadas, huracanes, danas.... Este cambio, es generado por incremento en la temperatura de la atmósfera, es decir, un aumento del efecto invernadero.

El origen de este incremento está en la quema de combustibles de origen fósil, es decir, todos aquellos que provienen del petróleo, la agricultura y ganadería intensiva y las erupciones volcánicas. El gran punto de inflexión se produjo con la I Revolución Industrial, cuando comenzaron a automatizarse procesos industriales y agrícolas, que hasta la fecha se realizaban de manera artesanal, y que se ha perpetuado hasta nuestros días.

Durante el pasado mes de mayo se aprobó la nueva Ley de Cambio climático que, aunque no es tan ambiciosa como se esperaba, sí supone el inicio de un nuevo paradigma, para favorecer la reducción de emisiones y la eficiencia en el consumo.

La citada Ley, establece acciones para favorecer la reducción del Cambio Climático entre las que destacan:

Movilidad: en España, el 30% de las emisiones de GEI procedieron del sector del transporte, y más concretamente del transporte por carretera. Por esto, la Ley establece valores vinculantes para la reducción de las emisiones, promoviendo el uso de vehículos eléctricos y aquellos que consuman biocarburantes, estableciendo planes de movilidad en las ciudades que ayuden a reducir los desplazamientos.
Sector eléctrico: contribuye en un 14% a las emisiones de nuestro país, es por eso, se establece como prioritario el cierre de las centrales del carbón y el fomento de las renovables.
Eficiencia energética y rehabilitación de edificios: fomentando los edificios autosuficientes donde la demanda de energía sea prácticamente 0.
Biodiversidad y rehabilitación de hábitats: dónde buscan la rehabilitación de zonas ya destruidas y especialmente sensibles al cambio climático.

En nuestra organización, no nos mantenemos al margen de los tiempos y estamos desarrollando un plan global de reducción de emisiones que nos permita incrementar la eficiencia y disminuir las emisiones asociadas a nuestra actividad, para favorecer el freno del cambio climático.

Este plan incluye:

• Instalación gradual de placas fotovoltaicas en las cubiertas.
• Mejora de la envolvente de los edificios.
• Cambio de las luces a LED.
• Uso responsable del agua.
• Consumo responsable de recursos.
• Correcta gestión de los residuos.
• Plan de Movilidad: Fomento del uso del vehículo eléctrico con la instalación de estaciones de recarga, transporte colectivo, transporte público y uso de la bicicleta y a pie.

El freno del incremento de la temperatura atmosférica, para favorecer la reducción del cambio climático, es una responsabilidad colectiva e individual y en la ONCE apostamos por un futuro sostenible.