Una réplica en fibra de la estatua homenaje al vendedor de la ONCE, bautizada como “Fortunato”, que desde hace un año se ubica en Madrid -frente al Congreso de los Diputados- quedó instalada el 17 de julio en el Museo Tiflológico de la ONCE. Su prestigioso autor, el veterano Santiago de Santiago, ha querido que pueda ser conocida visualmente y al tacto por los visitantes del museo en todos sus detalles, incluidos los cupones que porta el vendedor, sobre cuyo simbolismo se detuvo el presentador del acto, Luis Alberto de Cuenca (archivo MP3).

En un encuentro al que acudieron los máximos responsables de la Organización (el presidente, los dos vicepresidentes, el director general y sus dos directores generales adjuntos, entre otros), el presidente Miguel Carballeda agradeció la donación a de Santiago, al que reconoció que “le estuvimos mareando durante varios años con la elaboración de bocetos” hasta que se decidió la elaboración definitiva de esta estatua de alto valor simbólico, pues- como señaló también el presidente- “sin los ‘fortunatos’ hubiera sido y sería hoy  imposible la realidad que disfruta la ONCE” (archivo MP3). Por todo ello, el presidente Carballeda quiso terminar expresando el orgullo de toda la Institución por la figura del vendedor y su simbolismo (archivo MP3), que desde mediados de 2013 preside las confluencias de las calles Prado y San Agustín en el corazón de Madrid. 

El escultor nos explicó, por su parte, cómo se entrevistó reiteradamente con vendedores de la ONCE para inspirarse en la creación de su obra (archivo MP3). El proceso previo a la creación se dilató durante bastante tiempo hasta acabar por definir no sólo su enfoque artístico sino también su ubicación definitiva en la ciudad de Madrid y otros extremos. Finalmente Santiago de Santiago se puso manos a la obra y esculpió esta obra homenaje a lo largo de seis meses de trabajo, según explicó el propio artista, de origen abulense y trayectoria universal, pues sus esculturas -además de muchas ciudades españolas- pueden encontrarse en los más diversos destinos, de México a Rusia, Japón o Dinamarca.

Una obra singular

La obra que ahora ha entregado al Museo Tiflológico (sito en C/ La Coruña, nº 18 de la capital), realizada en fibra de vidrio y del mismo tamaño que la original situada frente al Congreso de los Diputados desde junio del pasado año, está inspirada en la tradicional figura del vendedor de la ONCE en una imagen característica de en torno a los años 60 del pasado siglo. Una imagen especialmente representativa y evocadora de nuestra Organización que -según expresó el poeta Luis Alberto de Cuenca, en su condición de maestro de ceremonias-, “ha hecho muchas cosas para favorecer a la humanidad y, especialmente, a las personas ciegas”, un colectivo popular desde la modestia, como refleja -dijo- la vestimenta con que aparece ataviado Fortunato: “con los pantalones algo cortos para no mancharse con el barro de las calles madrileñas, mientras vendía sus cupones, una práctica muy tradicionalmente española”, glosó el académico de la Historia (archivo MP3).

Como anfitriones del acto actuaron la directora general adjunta de Servicios Sociales para Afiliados de la ONCE, Patricia Sanz, y el director del Servicio Bibliográfico y Cultural de la ONCE, en cuyas instalaciones se ubica el Museo Tiflológico, Fran Maldonado. A ellos se unió una amplia representación de altos representantes de la Organización, como los vicepresidentes 1º y 2ª, Andrés Ramos y Teresa Palahí, respectivamente; el director general, Ángel Sánchez; su director general adjunto de Juego, Luis Natalio Royo; o la presidenta del Consejo Territorial de la ONCE en Madrid, Leonor Pérez, en representación de todos los afiliados de la región.