“La tecnología debe ser una fuente de igualdad”, para que todos puedan incorporarse al futuro sin distinción y con independencia de sus diferentes capacidades, reconoció la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I), Carmen Vela, durante su visita al Centro de Investigación y Desarrollo de Aplicaciones Tiflotécnicas (CIDAT), buque insignia de la ONCE en materia de accesibilidad a las nuevas tecnologías, el pasado 24 de noviembre. Vela pudo conocer la labor que se realiza en estas instalaciones cuyos resultados muestran cada día que, si se quiere, la accesibilidad es posible y beneficiosa para toda la sociedad, no sólo para las personas con discapacidad visual.

En este sentido, la ONCE, cuya vicepresidenta, Patricia Sanz, y el director del CIDAT, Guillermo Hermida, acompañaron en la visita a la secretaria de Estado, reivindicó con este motivo la necesidad de una accesibilidad total a las nuevas tecnologías que evite que las personas ciegas pierdan oportunidades de futuro en materias tan importantes como la educación, la formación o el empleo, y tan sensibles como la comunicación a través de redes sociales o el acceso al ocio.

De una forma práctica, Vela conoció así diferentes proyectos en los que el centro de I+D+I trabaja para garantizar aspectos como el acceso a la educación mediante herramientas de estudio, juegos educativos, etc., y en general mostró su sorpresa ante esta enorme labor investigadora, por lo que pidió a la ONCE que “siga trabajando y colaborando para construir sociedades mejores”.

Patricia Sanz aprovechó para recordar a la representante del Ministerio de Economía y Competitividad la necesidad de contar, siempre, con entornos inclusivos, lo que exige normas que protejan las necesidades de quienes lo tienen más difícil y que además, afirmó, “se cumplan y permitan que la educación inclusiva y para todos, por ejemplo, sea posible”. En esta línea, se mostró a la secretaria de Estado una iniciativa inclusiva que investiga el CIDAT para enseñar braille en el aula a través del uso de nuevas tecnologías y ordenadores que hablan e integran al estudiante con discapacidad visual y sus compañeros desde los primeros años de escolarización.

Manifestó igualmente Carmen Vela su admiración por las posibilidades que habilitan para estas tareas educativas accesibles las impresoras 3D, con edición de mapas en relieve, planos, etc. de incalculable valor para que las personas ciegas, y muy especialmente las sordociegas, puedan tener acceso al conocimiento.

Finalmente, y para mostrarle cómo a las personas se les debe juzgar por su talento para el empleo, y que todo lo demás es adaptable, conoció los métodos de adaptación que proporciona la ONCE para cualquier puesto de trabajo a las necesidades de una persona ciega, con apoyo fundamental de las nuevas tecnologías.

El “Silicon Valley” de la ONCE

El CIDAT es una apuesta de la ONCE por las nuevas tecnologías y una demostración cotidiana de que la tecnología puede convertirse en el mejor aliado de las personas con discapacidad visual grave; a las que, a través de su experiencia y conocimiento, les proporciona soluciones tecnológicas para todos los ámbitos de su vida, analizando productos y servicios, comercializándolos cuando los estima de interés y aportando luego al usuario el soporte necesario para el uso y mantenimiento de las soluciones que se distribuyen a todo el ámbito nacional e internacional.

El auge de los dispositivos y sensores que captan la información del entorno, sobre todo a través de imágenes y pantallas táctiles; el uso masivo de Internet y páginas webs; las aplicaciones e interfaces de los servicios de posicionamiento (GPS); el ecosistema cada vez mayor de las redes sociales; las aplicaciones del entorno en movilidad; la computación cognitiva; las App que se presentan cada día ofreciendo múltiples servicios... son sólo algunos ejemplos en los que el CIDAT trabaja para que puedan ser utilizados por todos.

Como centro de referencia en investigación sobre ayudas de apoyo para la discapacidad visual, impulsa la práctica de la investigación y desarrollo tecnológico en este campo, así como el asesoramiento y la formación de profesionales. Su grupo de técnicos con y sin discapacidad testean múltiples servicios y dispositivos, en colaboración con empresas, organizaciones y administraciones para lograr que el diseño para todos sea una máxima de obligado cumplimiento, también en las nuevas tecnologías. Al tiempo, facilita a las personas con discapacidad visual el acceso a los medios técnicos necesarios para mejorar su movilidad, su acceso al entorno doméstico, a la información, a las actividades relacionadas con el ocio y, en especial, para hacer posible la adaptación de su puesto de estudio o de trabajo.