EDITORIAL
Eppur... si muove
Asegura la leyenda que, tras verse obligado a retractarse en público de su teoría heliocéntrica (que era la Tierra la que gravitaba alrededor del Sol), el insigne Galileo musitó ante su inquisitorial tribunal aquello de Eppur... si muove (y sin embargo... se mueve). Y algo así, a costa, si no de sangre, sí al menos de mucho sudor y lágrimas, vamos pudiendo afirmar las personas con discapacidad en nuestra lucha contra las barreras que arrastran las nuevas tecnologías. Avances que amenazan con convertir la gran oportunidad digital en una brecha aún mayor, que -de no corregirse- constituiría el fin del sueño de la inclusión social.