ONCE impulsa en España el bastón rojo-blanco homologado que identifica a las personas con sordoceguera
Un par de franjas rojas en el tradicional bastón blanco de las personas ciegas evidencia en su portador, además, la presencia de una discapacidad auditiva adicional. La ONCE, a través de su Fundación para la Atención de las Personas con Sordoceguera (FOAPS), y en colaboración con la Federación de Asociaciones de Personas con Sordoceguera (FASOCIDE) y la Asociación Española de Familias de Personas con Sordoceguera (APASCIDE), presentó el 13 de mayo este bastón rojo-blanco homologado como auxiliar de movilidad y específicamente identificativo de las personas con sordoceguera. Un modelo desarrollado en su diseño por profesionales de la Unidad Técnica de Sordoceguera de la ONCE (a solicitud de FASOCIDE) y cuya ejecución material ha corrido a cargo de otro centro de nuestra Organización, el CIDAT.
Un nuevo paso en el compromiso de la ONCE con las personas ciegas, marco en el que el presidente de FOAPS, Andrés Ramos, destacó el de incorporar voluntariado para personas sordociegas antes de que termine este año y profundizar en la preparación especializada de perros guía como acompañantes de este colectivo en la Escuela de la ONCE (archivo mp3).
La ONCE se ha comprometido además a incrementar la formación de la globalidad de sus técnicos para optimizar la atención de sus afiliados con sordoceguera.
El nuevo bastón será un distintivo que aporte a su usuario mayor seguridad y autonomía en sus desplazamientos y facilitará su posible comunicación con otras personas, a las que hace visualmente conscientes de su discapacidad. De hecho, el bastón rojo-blanco es un símbolo ya aceptado en muchos países como identificativo de la persona sordociega, y avalado por la Federación Mundial de Sordociegos (WFDB por sus siglas en inglés), aunque ésta no concreta el diseño de disposición y tamaño de las franjas rojas en el bastón.
En la presentación en el madrileño Consejo General de la ONCE participó la presidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Elena Valenciano, junto a la vicepresidenta 2ª de nuestra Organización, Patricia Sanz, y los presidentes de FOAPS, FASOCIDE y APASCIDE, Andrés Ramos, Francisco Javier Trigueros y Dolores Romero, respectivamente. Apoyado por la última Conferencia de la Unión Europea de Sordociegos (celebrada en Eslovenia el 27 de octubre de 2015), y frente al tradicional uso por ese colectivo en España del bastón totalmente blanco, asociado a las personas ciegas, se ha dado el paso también en nuestro país de apostar por esta nueva herramienta de movilidad. Con el primer objetivo de que cualquier interlocutor de quien lo porte aprecie de entrada los condicionantes que ha de tener en cuanto para establecer con él una comunicación verbal o sonora, al tratarse de una persona afectada por sordoceguera. Como afirmó Elena Valenciano, "este bastón es sinónimo de libertad para las personas sordociegas".
En otros países, las condiciones climatológicas pueden inclinar hacia otro diseño de distribución de las franjas rojas, pero en España se ha recomendado que los tramos de este color se sitúen, empezando desde la parte inferior del bastón articulado, en el segundo y cuarto tramo del mismo. Se han valorado factores como que a las personas con sordoceguera que conservan cierto resto de visión les resulta más fácil controlar el extremo del bastón si el tramo inferior es blanco; complementariamente, en entornos con gran afluencia de público (metro, centros comerciales, cruces...), tanto transeúntes como conductores perciben más fácilmente la parte superior del bastón, por lo que es más lógico incluir en ella una franja roja, más llamativa a la vista.
En definitiva, una nueva herramienta para contribuir a la mejora de la calidad de vida y a la integración de los españoles con sordoceguera, un colectivo del que -pese a los datos de control aportados por la ONCE- aún se carece de un censo fiable, como reclamó de la Administración el presidente de FOAPS, Andrés Ramos (archivo mp3).
Atención a personas sordociegas
Desde 1987, la ONCE atiende de forma específica a las personas con sordoceguera a través de un programa que en 2001 derivó en la creación de la Unidad Técnica de Sordoceguera (UTS), cuya misión es detectar, asesorar y coordinar la atención a sus afiliados con sordoceguera. Seis años más tarde, en 2007, nacería la FOAPS con el fin primordial de proporcionar el Servicio de Mediación Comunicativa a este colectivo (personas que les ayudan a relacionarse con su entorno).
En la actualidad, la ONCE atiende a 2.208 personas afiliadas con sordoceguera, que tienen acceso a todos sus servicios generales (educación, apoyo psicosocial, rehabilitación, tiflotecnología, etc.), con el apoyo del Servicio de Mediación de FOAPS cuando es necesario. También impulsa un Programa de Sistemas Alternativos de Comunicación, para que -si lo precisan- los afectados puedan afrontar sus dificultades de comunicación oral o bien mejorar sus estructuras de lenguaje escrito quienes se manejan habitualmente en lengua de signos.