La capital guipuzcoana acogió -el sábado 14 de mayo- la XV Carrera de Cascabeles “por una sociedad inclusiva” que, organizada por la ONCE, se celebró por primera vez en estos tres lustros en el emblemático Paseo de La Concha. Nuestra entidad aprovechó para entregar el Cascabel de Oro en esta edición a la Asociación Artístico Cultural Manos K Ríen, como candidatura más votada on line por su anual Festival de Arte de Signos (que este año se celebra el 8 de octubre en el Teatro Principal de San Sebastián), y “acercar las nuevas tendencias al colectivo de personas sordas, brindándole un espacio de reconocimiento y nuevas oportunidades”. Su portavoz, Manuel Gereka, recogió el galardón y agradeció a la ONCE su concesión en lengua de signos.

La concejala de Acción Social, Aitziber San Román, encabezó la carrera junto al presidente del Consejo Territorial de ONCE Euskadi Javier Domínguez, y el delegado territorial, Juan Carlos Andueza, bajo una incesante lluvia que no arredró a más de medio centenar de corredores llegados de distintos puntos de la Comunidad Vasca a completar el recorrido, con salida y llegada en la Plaza de Cervantes. En la Carrera de Cascabeles los participantes corren por parejas, unidas por un testigo y reivindicando la diversidad funcional, pues uno de sus componentes hace de guía mientras el otro (ciego o portando un antifaz que le impide la visión) va tirando y haciendo sonar un simbólico cascabel. Entre los corredores hubo también personas sordas y con otros tipos de discapacidad que se pusieron así en la piel de las personas ciegas. En definitiva, una cita que -como afirmó la concejala San Román al clausurar el acto de la que era ya su décima Carrera de Cascabeles- “nos pone en evidencia pero también nos ayuda a mejorar, gracias a la ONCE”.

El evento contó con el apoyo del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, Diputación Foral de Gipuzkoa, Gobierno Vasco, Real Sociedad, DYA, Coca Cola y Pastas Arruabarrena.

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