La grave crisis económica reconocida por el Comité Organizador de los Juegos de Río, tras culminar su edición olímpica el 21 de agosto, derivará restricciones para los Juegos Paralímpicos que se materializarán en aspectos como el traslado de la sede de competición de esgrima o el cierre de algunos centros de prensa. Sin embargo, el Comité Paralímpico Internacional (IPC) garantizó que estos recortes no tendrán repercusión en el desarrollo de la competición propiamente dicha, que se mantiene -según lo previsto- del 7 al 18 de este mes de septiembre, con 22 deportes en liza y en las mismas instalaciones en las que se han celebrado los Juegos Olímpicos.

• El presidente del IPC, Philip Craven, lo califica no obstante como “la mayor crisis en los 56 años de historia de los Juegos”

El presidente del IPC, el británico Philip Craven, ha calificado la situación como “la mayor crisis de los Juegos Paralímpicos en sus 56 años de historia”, pero expresó también su confianza en que los ajustes acordados permitan culminar con éxito esta nueva edición de Juegos Paralímpicos. Una cita (primera paralímpica que acoge Sudamérica) que, por otro lado, arroja de entrada algunos nuevos récords muy positivos; como el de participación de deportistas (alrededor de 4.350), países (175) y deportes (22). Río supera así los registros históricos de Londres 2012, donde compitieron 4.237 deportistas de 164 países en un programa paralímpico que contó con 20 deportes. En Pekín 2008 hubo 3.951 deportistas de 146 naciones y también 20 disciplinas deportivas. Entre las nuevas modalidades a competición está el triatlón en el que la ONCE cuenta con una gran baza, la médico y atleta afiliada Susana Rodríguez.

Los ajustes, pactados entre el IPC y el Comité Organizador Río 2016, incluyen una disminución del personal previsto para los Paralímpicos, cambios en los servicios de transporte para deportistas, equipos y familia paralímpica, el cierre de algunos centros de prensa y la revisión de las zonas de servicios de las instalaciones, tal y como ha explicado el Comité Paralímpico Español (CPE). El cambio más drástico es el traslado de la competición de esgrima en silla de ruedas al Arena Carioca 3 (en el Parque Olímpico de Barra) en lugar del Arena de la Juventud del Parque de Deodoro como estaba programado, lo que permitirá el cierre parcial de esa zona que, eso sí, seguirá albergando las competiciones de tiro, hípica y fútbol 7 en instalaciones independientes.

El CPE explica también que los problemas financieros del Comité Organizador de Río 2016 han producido demoras en el pago de costes de desplazamiento de las delegaciones paralímpicas, lo que ha puesto en peligro el traslado de equipos de los países con menos recursos. Entre las soluciones previstas, el IPC ha acordado con el Ayuntamiento de Río una financiación adicional de 150 millones de reales (41,4 millones de euros) y con el Gobierno Federal de Brasil que empresas estatales aporten otros 100 millones de reales (27,6 millones de euros) en forma de patrocinio.

La suerte, en todo caso, está echada, y a punto de levantarse el telón de una competición espectacular, de la que además en esta edición tendremos cumplida información a través de la propia TVE, según nos recuerdan desde el Facebook de la ONCE.