La apuesta de Fundación ONCE por incentivar y facilitar la movilidad internacional de los universitarios con discapacidad va tomando forma y dando sus primeros frutos. El pasado 25 de julio suscribió en este sentido, en Madrid, un convenio de colaboración con la Federación Erasmus Student Network España (ESN España) que impulsa el intercambio académico de estudiantes universitarios con discapacidad mediante su participación en el programa Erasmus, entre cuyos beneficiarios actuales tan sólo un 0,14% son personas con discapacidad.

El acuerdo, que renueva la colaboración abierta en 2014 y se plantea con vigencia de otros dos años, incluye la colaboración en el desarrollo de ‘MappEd!’, proyecto de investigación y mapeo sobre la accesibilidad de las Universidades y otras instituciones de educación superior europeas dentro de la red Erasmus. Su objetivo es orientar a los interesados e incrementar el número de estudiantes de intercambio con cualquier tipo de discapacidad. Lo suscribieron el director general de Fundación ONCE, José Luis Martínez Donoso, y el presidente de ESN España, Samuel López.

Se colaborará también en la organización de sesiones informativas y de sensibilización sobre movilidad e inclusión universitaria en nuestro país; talleres de formación para coordinadores locales de ESN España; o el apoyo en las actividades de sensibilización con estudiantes internacionales.

Además, las páginas web de las secciones locales de ESN, incluida la de ESN España, incorporarán la información útil de Fundación ONCE dirigida a estudiantes con discapacidad. En la misma línea se elaborará una guía para hacer las asociaciones juveniles más inclusivas; un vídeo promocional del proyecto con participación de estudiantes con discapacidad que participan (o han participado) en algún programa de movilidad internacional; y se cooperará en difundir el proyecto Erasmus in Schools, con el que las secciones de ESN promocionan la movilidad y el sentimiento europeo desde edades tempranas.

Complementariamente, ambas entidades estudiarán la posible presentación de proyectos conjuntos cara al Programa ‘Erasmus+’ y, en general, se fomentará la interlocución con las instituciones educativas, Administraciones, etc. para mejorar las políticas de movilidad de las personas con discapacidad. Esa paupérrima tasa del 0,14% de la totalidad de Erasmus que representan los estudiantes con discapacidad exige -en consideración de las organizaciones firmantes- aunar esfuerzos en favor de su plena integración, también fomentando su participación en programas universitarios de intercambio.