Casi 520 alumnos con y sin discapacidad de 19 universidades españolas han participado en las cinco ediciones celebradas hasta la fecha de la iniciativa “Campus Inclusivos, Campus sin Límites”, según el balance presentado por sus impulsores, la Fundaciones Repsol y ONCE, con la cooperación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Así lo presentaron el pasado 6 de octubre en un acto celebrado en la Secretaría General de Universidades en Madrid.

El balance de este proyecto, ideado para reducir el tradicional abandono escolar temprano de los estudiantes con discapacidad (y al tiempo sensibilizar al entorno universitario sobre las necesidades de este colectivo), fue presentado por los vicepresidentes de las mencionadas Fundaciones, Ignacio Egea y Alberto Durán, respectivamente, ante el secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín.

Su positivo recorrido -y la necesidad de profundizar en sus objetivos- empuja a las tres entidades a reforzar el compromiso con este programa para contribuir a la plena integración de las personas con discapacidad en el entorno educativo, y especialmente en la etapa universitaria. “Debemos fortalecer la capacidad del sistema educativo, transformar los centros para que se conviertan en entornos accesibles y apoyar el talento de las personas con discapacidad”, recalcó Marín.  Egea, por su parte, advirtió del largo recorrido que quedad por delante, aunque -dijo- “se ha avanzado mucho”, por lo que reclamó mayor visibilidad e impulso a iniciativas que, como ésta, son una herramienta útil para los alumnos con discapacidad y para las universidades. 

Por último, Alberto Durán puso de manifiesto la eficacia del programa, pues, de los 500 alumnos que han participado, el 93% o está trabajando, o ha hecho un ciclo de formación superior o ha llegado a la universidad. “Sólo el 7% no han podido continuar”, recalcó, al tiempo que defendía que “una universidad inclusiva es la mayor de las garantías para que la sociedad sea inclusiva”. 

En paralelo a la jornada hubo mesas redondas en las que se presentaron propuestas para avanzar con el objetivo de que cada vez más personas con discapacidad continúen su formación en la universidad. Pues éste es precisamente el objetivo central de ‘Campus inclusivos, Campus sin límites’: animar a los estudiantes con discapacidad de 2º ciclo de Secundaria, Bachillerato y ciclos formativos a continuar su formación hacia la universidad, a fin de facilitar su acceso a un empleo de calidad en el futuro. Para ello les ofrecen convivir con estudiantes sin discapacidad y conocer conjuntamente la experiencia universitaria de primera mano, disfrutando de estancias de una semana en diferentes campus. Allí asisten a actividades de divulgación académica, conocimiento de la oferta formativa de las universidades, servicios disponibles para los alumnos con discapacidad, oferta cultural y de ocio, etc. 

La experiencia es también muy positiva para las propias universidades a las que este contacto les sirve, de modo práctico, para conocer las necesidades objetivas de este tipo de alumnado y poder mejorar su oferta para ellos, en condiciones de igualdad de oportunidades. Buena prueba es la progresiva incorporación de centros universitarios y su creciente implicación con el proyecto, a lo largo de estas cinco ediciones.