Báñez anuncia que el Gobierno prepara una nueva Estrategia Española de Economía Social
Una auténtica cumbre europea reivindica la importancia estratégica del sector en el futuro de la UE y suscribe en su apoyo la Declaración de Madrid
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, refrendó el pasado 23 de mayo el compromiso del Gobierno español con la Economía Social, en cuyo apoyo -dijo- su departamento elabora una estrategia, enmarcada en los objetivos del Horizonte 2020 de la Unión Europea, que facilite al sector su fundamental tarea en creación de empleo, innovación e internacionalización de las empresas. Lo hizo al inaugurar la conferencia internacional 'La Economía Social, un modelo empresarial para el futuro de la Unión Europea', organizada por la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (Cepes).
El encuentro, celebrado en el Edificio Nouvel del Museo Nacional Reina Sofía de Madrid, sirvió para elaborar, rubricar y hacer pública la denominada Declaración de Madrid, en apoyo de la Economía Social por su capacidad de generación de empleo, de riqueza y de cohesión social. Dicho sector da empleo a unas 380.000 personas, con contratos indefinidos en un 80% de sus plantillas, y de su dinamismo da buena muestra el hecho de que ha conseguido recuperar ya el 92% del empleo que había visto destruido durante la crisis, un volumen de trabajadores en todo caso menor que el del conjunto de nuestra economía, pues había sido capaz de conservar el empleo, pese a las dificultades, “siete veces más que la media”, según reconoció Fátima Báñez.
Entre los objetivos de esta nueva Estrategia española están la eliminación de las barreras que puedan limitar o impedir el desarrollo de estas empresas, fomentar su participación institucional, incrementar su visibilidad y desarrollar la Economía Social no sólo en el marco de la Agenda Europea, sino también de la Mediterránea y la Iberoamericana, porque -manifestó la ministra- es “un motor de inclusión, de prosperidad y de empleo de calidad” y ha contribuido a hacer “más social” la recuperación, alcanzando áreas y segmentos sociales “a los que las estructuras públicas no llegan”, e incorporándose por derecho propio a la Marca España.
La ministra recordó que la legislación ad hoc ha contado con la propia voz e los representantes de la Economía Social, en materias como la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, la Ley de Emprendedores, la de Formación para el Empleo y, de manera específica, en el Programa de Fomento e Impulso de la Economía Social 2015-2016. Además, en el marco de la programación del Fondo Social Europeo 2014-2020, se ha impulsado un Programa Operativo de Economía Social e Inclusión Social, dotado con casi 1.100 millones de euros.
En el marco de esta Conferencia Internacional se procedió además a la firma de la Declaración de Madrid, rubricada por representantes de diversos países europeos que solicitan a la Comisión Europea que, en el marco del Pilar Europeo de Derechos Sociales, tenga en cuenta la aportación de la Economía Social, que se fomente el emprendimiento en su ámbito en el currículo de las diferentes etapas educativas y que se impulse un Plan de Acción Europeo para los años 2018-2020.
Esta auténtica Cumbre de la Economía Social Europea ha supuesto -en palabras de la ministra española- la renovación del compromiso internacional “con la Economía Social y con el trabajo para impulsar su fortalecimiento, su internacionalización y su capacidad de crear empleo”. Un reto que, considera, viene justificado por tratarse de un sector que constituye “un modelo de presente y de futuro, que pone el énfasis en lo importante, que son las personas”.
Por su parte, el presidente de Cepes, Juan Antonio Pedreño, defendió en su intervención que las empresas de la Economía Social “permiten crear perspectivas económicas positivas y ofrecen mejores oportunidades”, en general, y particularmente entre los jóvenes. Se trata, dijo, de empresas “que nacen fuertes para dar respuestas a los desafíos de los ciudadanos europeos, apoyan un crecimiento sostenible y crean empleo estable y de calidad”. Porque -aseguró- “trabajan con las personas, por las personas y por el interés general”.
Por todo ello -aseguró Pedreño ante un auditorio internacional- la Economía Social “constituye un pilar fundamental en términos de cohesión social y empleo en Europa, y un motor de cambio ante los retos a los que se enfrenta la UE”. Y planteó el reto de que las instituciones europeas “den un paso adelante sólido y firme”, con objetivos socioeconómicos concretos para impulsarla, si se pretende construir “una UE más fuerte, sólida y sostenible”.
Un futuro europeo consensuado con la sociedad civil
Previamente, el 19 de mayo, se había celebrado también en Madrid, reunión del Comité Económico y Social Europeo (CESE
) junto al Consejo Económico y Social (CES
) de España, para debatir con la sociedad civil organizada en nuestro país aspectos claves del futuro desarrollo comunitario, sobre la base del 'Libro Blanco de la Comisión Europea' para el futuro de Europa. Un futuro que, según reivindicó el consejero del CESE en representación de Cepes, y director de Relaciones Sociales e Internacionales y Planes Estratégicos de Fundación ONCE, Miguel Ángel Cabra de Luna, no debería ser decidido únicamente por políticos y tecnócratas en Bruselas, sino que debería contar con la participación “de toda la sociedad civil en su conjunto”.
Participaron en el debate representantes de las organizaciones de empresarios y trabajadores y otros agentes de la sociedad civil, junto con el presidente y el vicepresidente del CES, Marcos Peña y José María Lacasa, respectivamente, sirviendo como base el 'Libro Blanco sobre el futuro de Europa-Reflexiones y escenarios para la Europa de los Veintisiete en 2025', publicado por la Comisión Europea el 1 de marzo de 2017 y que plantea cinco escenarios para saber cómo podría desarrollarse la Unión Europea de aquí a ocho años en diferentes ámbitos, como el mercado único y el comercio, la migración y la seguridad o la Unión Económica y Monetaria.
Las ideas presentadas durante los debates, en los distintos países de la Unión, se incorporarán al dictamen del CESE sobre el futuro de Europa, que se publicará en julio próximo, con el objetivo de influir en las inmediatas decisiones sobre el futuro de la UE, antes de las elecciones europeas de junio de 2019: la repercusión de las nuevas tecnologías en la sociedad y el empleo, las dudas que suscita la globalización, los problemas en materia de seguridad y el ascenso de los populismos, etc. “Ser barridos por estas tendencias o asumirlas y aprovechar las nuevas oportunidades que traen consigo constituye la gran disyuntiva a la que nos enfrentamos”, afirmó Cabra de Luna.