El pez y la caña
La milenaria cultura china ya nos advertía sobre las ventajas prácticas de entregar una caña (y formación para servirse de ella) frente al simple regalo de un pescado. Y ello vale tanto a efectos de mera supervivencia como de vindicación de la dignidad de la persona: aquí, en China y..., cómo no, en nuestros países hermanos del otro lado del Atlántico. Desde ese convencimiento, la ONCE impulsó el año pasado un Plan de Acción para la inclusión económica y social de las personas con discapacidad, y en febrero último suscribió un convenio con la Secretaría General Iberoamericana para relanzar la educación, el empleo y el respeto de los derechos básicos de las personas con discapacidad en ese continente, acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible... Esta labor solidaria de los ciegos españoles con los de Iberoamérica tiene una larga tradición, de décadas, las dos últimas encarnadas por su Fundación para América Latina (FOAL).
En ese dilatado periodo ha plasmado decenas de proyectos, hechos realidad, de rehabilitación, de educación, de formación laboral, de intermediación para su inclusión en el mercado de trabajo, etc. Más aún, ha conseguido incorporar a ese reto monumental el compromiso de instituciones como la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo y -todavía más importante- el de los responsables gubernamentales de muchos de los países hacia los que se destina este apoyo.
La auténtica cumbre de embajadores iberoamericanos reunidos a instancias de la ONCE el 26 de junio en Madrid ha querido inaugurar una fase en la que esta Organización pretende, precisamente, llevar lo mejor de su experiencia -las herramientas que le han permitido crecer y avanzar a lo largo de casi 80 años- para ponerlas a disposición de sus hermanos de la otra orilla, personas ciegas y con otros tipos de discapacidad que lidian, en general, con unas condiciones sociales especialmente adversas. Que valoren nuestra trayectoria de unidad en favor de la integración en todos los órdenes; que puedan valerse de instrumentos como el juego responsable y solidario; que conozcan nuestras experiencias en creación de empresas inclusivas, materializadas en el grupo ILUNION que ya da sus primeros pasos en diversos países de aquella Región y en las que los trabajadores son valorados por sus talentos y no por la posible limitación de alguna de sus convencionales capacidades... La ONCE, su Fundación e ILUNION se ponen a su lado en ese desafío para contribuir a que tomen en sus manos la caña que les permita seguir pescando, cada día, en las complejas aguas de este siglo XXI.