La consejera general-ejecutiva de Relaciones Internacionales y Expansión Exterior de la ONCE y su Fundación, Ana Peláez, participó -en su calidad de vicepresidenta del Foro Europeo de la Discapacidad (EDF por sus siglas en inglés)- en el Foro Político de Alto Nivel para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, celebrado en Nueva York (EE UU) del 10 al 15 de julio pasados.

En la jornada inaugural, Peláez intervino en la mesa ‘Más allá de los eslóganes - Buenas prácticas para contarnos todos’, en la que destacó que los Objetivos de Desarrollo Sostenible “proporcionan una maravillosa plataforma para implementar un enfoque intersectorial hacia las personas más vulnerables. Es hora de unirnos -dijo- y abordar el género, el envejecimiento y las discapacidades en su conjunto, si queremos que la Agenda 2030 tenga éxito”.

Sustentó su argumentación en estadísticas de gran impacto, como el hecho de que en el mundo actual una de cada cinco mujeres tiene alguna discapacidad; que, de hecho, las mujeres representan hasta tres cuartas partes de las personas con discapacidad en los países de ingresos bajos y medianos, y el número de mujeres mayores con discapacidad aumenta cada año; o que más de 200 millones de mujeres con discapacidad viven por debajo de la línea de pobreza, propensas a la violencia y sin acceso a la justicia, la educación y el empleo. Una realidad que -denunció la representante española- no se contempla en el Programa 2030 ni en ninguna otra política mundial y regional al respecto: “la realidad de las mujeres y niñas con discapacidades rara vez se reconoce y apenas se documenta”, afirmó, pues las políticas sobre discapacidad no suelen tener en cuenta el género, mientras que las políticas dirigidas a la mujer no toman en cuenta la perspectiva de la discapacidad; ignorancia que a menudo se extiende a las iniciativas y enfoques de las entidades de la sociedad civil, no existiendo organizaciones de mujeres y niñas con discapacidad que se representen a sí mismas a nivel global y regional.

Por todo ello, Peláez propuso en Nueva York cambiar el enfoque de los estudios sobre desigualdad y profundizar en la ‘interseccionalidad’ mejorando y conectando las estadísticas respecto a discapacidad, género y envejecimiento. Además, reclamó que se faculte a mujeres y niñas con discapacidad para representarse a sí mismas a escala regional y mundial, de acuerdo a lo estipulado por la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad (CRPD) para alcanzar una inclusión significativa de este colectivo.

Presencia del EDF

La participación del EDF en este Foro Político de Alto Nivel para los Objetivos de Desarrollo Sostenible se materializó también en una importante presentación coordinada por el danés Thorkild Olesen, miembro del consejo de EDF, junto a otros especialistas como Judith Umoh (de Nigeria), José María Viera (Argentina) y Eeva Tupi (Finlandia), centrada en la exposición de distintas experiencias nacionales de personas con discapacidad, puestas en relación con el problema y la extensión de la pobreza.

Olesen valoró la evolución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Europa, reclamando mayor implicación de las propias personas con discapacidad en su realización, así como la apuesta de la Unión Europea (UE) por la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos de Personas con Discapacidad. Solicitó al respecto una nueva revisión de su plasmación en Europa para el próximo año, para lo que ofreció a la Unión toda la cooperación del EDF. Y denunció problemas de coherencia y coordinación entre los distintos sectores implicados: “no podemos seguir gastando recursos, tiempo y vidas de la gente simplemente porque no encontramos una manera de organizarnos”, denunció el danés.

El representante de la Dirección de Cooperación Internacional de la Comisión Europea Jesús Orus repicó a Olesen recordando los esfuerzos llevados a cabo en la UE para implementar los ODS y la propia Convención de la ONU. Un trabajo –señaló- realizado en cooperación con el propio EDF y el resto de organizaciones europeas de la discapacidad. Y terminó animando a asociaciones, gobiernos, agencias e instituciones a incorporar una efectiva participación en sus estructuras de las organizaciones de personas con discapacidad.