El fin de semana del 15 y 16 de julio, la Posada Salaverri, en la localidad burgalesa de Hontoria de Valdearados, acogió -en el contexto de la 1ª edición del festival enoturístico Hontoria Fusión- una cata de vinos de la tierra muy especial, pues el jurado estuvo compuesto por siete personas ciegas o con grave deficiencia visual que otorgaron los premios entre los nueve vinos participantes, todos ellos considerados en el catálogo de ‘vinos de autor’ de Origen Ribera del Duero. Matices gustativos y peculiaridades olfativas adquirieron así especial relevancia en este singular concurso enológico.

Cada catador afiliado a la ONCE estuvo asesorado por un sumiller profesional, pero primando las percepciones sensoriales de estos singulares miembros del jurado, que sorprendieron a los profesionales por su sensibilidad para descubrir características gustativas y olfativas, que “a nosotros mismos, que nos dedicamos al mundo del vino, a menudo se nos escapan”, según reconoció el concejal de Turismo local, Alfonso Martínez.

La nueva directora de la ONCE en Burgos, Emilia Morales, reconocía no obstante que la bisoñez de la mayoría de los miembros del jurado les había impedido “apreciar algunos olores, como el de regaliz, tabaco o cuero..., aunque la madera sí que la captábamos sin problema”. Otra miembro del jurado, la afiliada y exvicepresidenta del Consejo General de la ONCE, Yolanda Martín, destacaba por su parte la originalidad de esta idea que contribuye a la visibilidad de las personas ciegas y a su normalización como consumidores dentro de un mercado global tan pujante como es el del vino en nuestro país. Y puso en valor la posibilidad que se les había brindado, asesorados por expertos, para “apreciar los aromas, el sabor, el olor y el encanto que hay detrás del vino. No vemos, pero tenemos muchas otras percepciones que hemos podido plasmar en nuestra valoración”, manifestó tras participar en la experiencia. Dicha valoración se concretó en un fallo que distinguía al vino Archangelus Gabriheli, de Bodegas Linaje Garsea, de Caleruega (Burgos), con el premio del certamen.

El presidente de Ribera del Duero, Enrique Pascual, presente también en el acto, consideró “una gran idea” esta iniciativa y expresó su confianza en que tenga continuidad en éste y en otros concursos enoturísticos, coincidiendo con el criterio del presidente de la Ruta del Vino Ribera del Duero, Miguel Ángel Gayubo, que destacó igualmente la contribución de estas experiencias al impulso del mundo rural.

El festival acogió una feria en la que todos los visitantes pudieron degustar numerosos caldos de Ribera del Duero, salpicada de actuaciones musicales, catas populares, visitas guiadas a bodegas, etc.