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Los trabajadores con discapacidad recortan su brecha salarial

Collage de imágenes de trabajadores con distintas discapacidades en sus puestos de trabajoSegún el informe ‘El salario de las personas con discapacidad’, que acaba de hacer público el INEAbre Web externa en ventana nueva, con referencia a los datos relativos al año 2015, el salario medio anual bruto de los trabajadores por cuenta ajena con discapacidad fue de 19.569,6 euros en dicho año, un 2,9% más que en el año anterior. Esta cifra fue un 15,7% menor que la de las personas sin discapacidad (23.208,0 euros), lo que amortigua la brecha salarial histórica entre ambos colectivos laborales. 

Un estudio del INE evidencia que, a mayor formación, las diferencia de ingresos se acortan con el resto de la población laboral

Una evolución que fue positivamente valorada -nada más conocerse los datos- por Fundación ONCE, a través de una entrevista de su directora de Formación, Empleo, Proyectos y Convenios, Sabina Lobato, con la agencia Servimedia.

La brecha entre ambos colectivos “se reduce efectivamente" en 1,4 puntos -destacó Lobato-, lo que supone "un acercamiento entre las dos medias salariales". Los hombres con discapacidad tuvieron un salario un 20,4% inferior al de los hombres sin discapacidad. Por su parte, el salario de las mujeres con discapacidad fue un 11,6% menor que el de las mujeres sin discapacidad. En tanto, las diferencias salariales entre mujeres y hombres con discapacidad resultaron menores (el salario fue un 14,7% inferior para las mujeres) que en el caso de la población sin discapacidad (en la que la brecha por género se eleva a un 23,1%).

Una trabajadora con discapacidad, frente a su ordenador, sentada en su silla de ruedasEn cuanto a puestos de ocupación medios (empleados, artesanos y trabajadores cualificados) los salarios de personas con y sin discapacidad se acercaron (ratio del 95,9%); en puestos altos (directores, gerentes, técnicos y profesionales científicos, técnicos intelectuales y de apoyo) los trabajadores con discapacidad recibieron un salario un 7,2% inferior al resto de los trabajadores; y en las ocupaciones más elementales (operadores y trabajadores no cualificados), el salario fue un 16,9% menor. Hay que destacar que los salarios más bajos siguen correspondiendo a los trabajadores con discapacidad intelectual, sensiblemente inferiores a los de los afectados por discapacidad sensorial o física.

Casi un 16% de diferencia de ingresos

En 2015, el Salario Anual Bruto de los trabajadores españoles se situó en 23.106,3. Desglosado en función de la existencia o no de discapacidad, encontramos que entre las personas sin discapacidad fue de 23.208,0, mientras que el de los empleados con discapacidad se situó en una media de 19.569,6; es decir, unos ingresos un 15,7% inferiores.

Por sexo, el salario de las mujeres con discapacidad fue de 17.778,1 euros de media por trabajadora y año, mientras que para los hombres fue de 20.835,4 euros. El salario de las mujeres fue, por tanto, un 14,7% inferior al de los varones, diferencia menor que en el caso de la población sin discapacidad (en la que el desfase de ingresos femeninos es de un 23,1%). Además se detectaron menos desigualdades salariales entre la población femenina con y sin discapacidad (el salario de las primeras fue un 11,6% menor que el de las segundas), que en el caso de los hombres (cuyo salario fue un 20,4% inferior en presencia de discapacidad).

Cabe destacar por otro lado que, a medida que aumenta la edad, las diferencias salariales disminuyen: la brecha es mayor entre los trabajadores más jóvenes, en una tendencia similar a la de la fuerza laboral global de nuestro país.

En conclusión, la directora de Formación y Empleo de Fundación ONCE quiso resaltar que en estos años de crisis no ha empeorado, sino al contrario, el número de contrataciones para trabajadores personas con discapacidad, prueba -a su juicio- de que “existe un compromiso y una concienciación de las empresas con este colectivo". Otro aspecto reseñable que evidencia la estadística es que, “a mayor cualificación existe menor diferenciación salarial", lo que refuerza el objetivo de incrementar el acceso de los jóvenes con discapacidad a una educación superior inclusiva.