Revolución sin prisa, pero sin pausa
El grupo social ONCE ha puesto en marcha su campaña institucional “Evolución”, bajo el eslogan “80 años de inclusión social. Contigo hacemos de la evolución una revolución”. Un mensaje que aborda el concepto ‘revolucionario’ no en su acepción de ‘cambio violento’ sino en su no menos capital sentido de ‘transformación radical’. Porque es ahí, sobre la raíz de la realidad social que vivían las personas ciegas (y, por extensión, el conjunto de los ciudadanos con discapacidad), donde la Organización se conminó a sí misma a actuar desde su creación hace casi 80 años. Esta determinación ha afrontado innumerables obstáculos y se ha dejado muchas energías en el camino, pero ha sabido sobreponerse a todas esas barreras, contando con el inestimable apoyo diario de la ciudadanía española.
Una complicidad que ha sido posible precisamente gracias a la esencia de la ONCE como entidad cuyos protagonistas son las propias personas ciegas y cuya estrategia, en origen, fue permitirles ganarse la vida por sus propios medios y en contacto directo -a través de la venta de sus populares productos de juego- con el resto del cuerpo social de nuestro país.
Hay que decirlo alto y claro: si hoy los españoles y españolas con discapacidad pueden acreditar alguna ventaja, está en relación directa con la normalización de su coexistencia a pie de calle con toda la ciudadanía. Un enfoque que ha alcanzado a la escuela, la universidad, numerosos centros laborales y los escenarios de la cultura, el deporte o el ocio.
Una lluvia fina que ha calado y fructificado en nuestro entorno pero que sigue enfrentándose a graves dificultades. Como se ha evidenciado estos últimos días, con la renovación del convenio ONCE-Microsoft, en ese derrotero destaca la preocupación en torno a las nuevas tecnologías, que hoy son herramientas indispensables para el manejo profesional e incluso la vida social de cualquier ciudadano, pero también posible barrera infranqueable, que agudice la discriminación, si no se adoptan las medidas indispensables para su usabilidad por las personas con alguna discapacidad.
Como ha reconocido el propio presidente de la compañía tecnológica, ellos mismos agradecen la demanda y denuncia de la accesibilidad por parte de agentes sociales como la ONCE, pues les obliga a esmerarse en la excelencia en su compromiso social por convertir sus avances en instrumento de mejora de la vida de todas las personas.