El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha, Javier López, y el delegado territorial de nuestra Organización en esa Comunidad Autónoma, Carlos Javier Hernández, acaban de rubricar la renovación del acuerdo (por cuarta vez consecutiva) que permite a nuestros cerca de 600 vendedores de productos de juego en la región liquidar sus ventas en las 376 oficinas de esa entidad financiera sin tener que desplazarse.

El operativo se basa en la existencia de una cuenta corriente abierta por la ONCE en Caja Rural Castilla-La Mancha, en la que los vendedores pueden ingresar su liquidación en cualquiera de las oficinas de la Caja repartidas por la propia Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Comunidad Valenciana. Una ventaja operativa para muchos de los agentes de la ONCE que habitan en localidades alejadas y que pueden realizar esta operación desde su propio ámbito local; fundamentalmente en pequeñas poblaciones en las que han desaparecido las principales entidades financieras con las que la ONCE mantiene un convenio a nivel estatal. Baste destacar que cerca de un 10% de las oficinas de Caja Rural Castilla-La Mancha son la única referencia financiera en las localidades donde se asientan.

El convenio, de un año de duración, establece que tanto la ONCE como sus vendedores tendrán un acceso online para consultar sus saldos y otros movimientos a través de Ruralvía (la banca por Internet de Caja Rural Castilla-La Mancha), desde donde podrán realizar cualquier operativa bancaria.

Mutua satisfacción

Javier López explicó que este convenio, que comenzó a regir en 2015 y viene dando -dijo- “muy buenos frutos”, no solamente es financiero, sino también social pues “busca facilitar la vida de los vendedores”. Y, parafraseando al propio delegado territorial de la ONCE “cuando afirma que los vendedores de la ONCE son ‘psicólogos de la calle’ porque día a día escuchan las soledades que pasan a su lado”, añadió que “en Caja Rural Castilla-La Mancha somos los ‘financieros de la calle’, dedicados a atender y cubrir las necesidades básicas allá donde se encuentren”.

Por su parte, Carlos Javier Hernández agradeció el mantenido compromiso de la Caja en nombre de su red de agentes vendedores y señaló la “paradoja de que hoy en día se haya complicado encontrar una ventanilla donde liquidar las ventas”. Por eso consideró de agradecer que, “en un territorio como el nuestro, donde parece que no somos de interés para grandes compañías, alguien como Caja Rural ofrezca este servicio, demostrando que podemos ser rentables en una Comunidad tan extensa”.

Entre los retos de futuro, ambos responsables señalaron el inicio de un proceso de adaptación del sistema informático de la Caja para que la entidad financiera pueda efectuar en breve el pago de los premios de los productos de juego ONCE. Ello exige que cualquier oficina de Caja Rural pueda conectarse con el sistema de la ONCE para verificar los premios con garantía suficiente.

La ONCE cuenta con 2.915 afiliados con discapacidad visual severa en Castilla-La Mancha, a quienes presta apoyo en materia de educación, rehabilitación, formación, empleo, ocio, cultura, accesibilidad y nuevas tecnologías.