La Universidad de Valladolid acerca y pone la ciencia en las manos de las personas con discapacidad
El Secretariado de Asuntos Sociales y la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Valladolid (UVa) se han aliado en una serie de iniciativas inclusivas genéricamente bautizadas como programa ‘Capaciénciate’
. Entre ellas la denominada 'Anatomía: conociendo el cuerpo humano', especialmente dirigida a personas ciegas o con grave deficiencia visual.
El campus vallisoletano ha querido rendir tributo con estas iniciativas al artículo 15 de la Carta Internacional de los Derechos Humanos, que consagra como derecho fundamental el acceso a la ciencia de todas las personas, incluidas por supuesto quienes tienen algún tipo de discapacidad. Y para facilitar su acceso al conocimiento ha programado una serie de actividades de divulgación científica durante todo el pasado mes de mayo, que además se han acercado físicamente a los interesados pues se han desarrollado en las propias sedes de organizaciones de personas con distinto tipo de discapacidad en la propia Valladolid, además de Palencia, Segovia y Soria, con experto personal investigador al frente, como coordinadores de las correspondientes charlas, exhibiciones o talleres. Un reto que los profesionales de la UVa ha calificado como “apasionante oportunidad para acercar la universidad a todos los públicos”.
Anatomía para ciegos
En el caso del taller 'Anatomía: conociendo el cuerpo humano', se desarrolló el 18 de mayo en la Delegación Territorial de la ONCE en Castilla y León, sita en la propia capital castellano-leonesa, y estuvo a cargo de las profesoras de Anatomía y Embriología Humana de la Uva, Natividad García Atares e Isabel San José.
Un reto especialmente singular dado el carácter eminentemente visual con el que generalmente se explica la anatomía en las aulas universitarias. Para acercar a personas con discapacidad visual las formas y ubicación de las diferentes partes del cuerpo, recrearon así imágenes táctiles, a través de maquetas de distintos órganos y huesos.
Se contó con cuatro réplicas de torsos masculinos y femeninos de los que se podían extraer las representaciones del corazón, hígado, estómago, riñones y otras vísceras a tamaño natural y dos representaciones a mayor escala del oído y del ojo que pudieron ser palpados y detalladamente reconocidos.
Una experiencia vivida con curiosidad e interés por los afiliados y afiliadas de la ONCE, que en muchos casos, reconocieron ‘conocer’ por primera vez determinadas composiciones espaciales, dimensiones, etc. de diversas partes del cuerpo.
Vídeo resumen de la experiencia en Youtube