El Grupo Social ONCE celebra previamente un “side event” sobre nuevas formas de empleo e inclusión social en la sede de ONU en Nueva York

La Organización de Estados Americanos (OEA), a través del Departamento de Inclusión Social de la Secretaría de Acceso a Derechos y Equidad, y el Grupo Social ONCE rubricaron en Washington, el 14 de junio, su compromiso con la Agenda 2030 en favor de las personas con discapacidad, que se materializó en la firma de un acuerdo de cooperación que permitirá la participación y la inclusión plena de esta población en todos los ámbitos.

Luis Almagro, secretario general de la OEA, y Alberto Durán, consejero general adjunto al Presidente de Cooperación y Relaciones Institucionales de la ONCE, presidente de ILUNION y vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, firmaron el acuerdo y mostraron su satisfacción por esta iniciativa, que beneficiará a miles de personas con discapacidad, gracias a acciones conjuntas en ámbitos como la educación, la investigación, asesoría, capacitación y divulgación.

Alberto Durán indicó que el objetivo del acuerdo es expandir la ayuda a las personas con discapacidad en los países de América Latina donde viven situaciones a menudo complicadas. “Es un tema de derechos, porque las personas con discapacidad en muchos casos sufren la confiscación de sus derechos, y también es un tema de justicia y de eficiencia porque, si dejamos gente atrás, al final pesa en la evolución de las sociedades”, afirmó.

Por su parte, Luis Almagro aseguró que incorporar a las personas con discapacidad en las tomas de decisiones políticas “forma parte de nuestro buque insignia: lograr más derechos para más personas”. “Reitero nuestro entusiasmo por sellar este acuerdo con el Grupo Social ONCE de España, siempre con el objetivo de traducirlo en resultados concretos, tanto a nivel regional como nacional. Porque sólo juntos lograremos más derechos y más inclusión para más personas”, agregó. El acuerdo prevé además desarrollar iniciativas específicas en el campo de la inclusión educativa y laboral, así como en el acceso a la información y a la cultura.  

De esta manera, en el año en que la ONCE celebra su 80 aniversario, y la OEA sus 70 años de existencia, ambas organizaciones deciden trabajar juntas para seguir avanzando en la realización efectiva de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para todas las personas con discapacidad, de modo que verdaderamente “nadie quede atrás”, en palabras compartidas por ambos directivos.

La Organización de Estados Americanos, cuyos pilares se fundamentan en la defensa de los derechos humanos, la democracia, la seguridad y el desarrollo, reúne a 35 estados del continente americano y constituye el principal foro gubernamental político, jurídico y social del hemisferio. Mantiene, además, una estrecha y especial relación con la Unión Europea, que tiene rango de Observador Permanente de la Organización americana.

Evento paralelo en Nueva York

Un día antes, el 13 de junio, el Grupo Social ONCE, representado también por Alberto Durán, y en este caso también por Ana Peláez, consejera general de Asuntos Internacionales y Expansión Exterior de la ONCE, presentó -junto a las misiones permanentes ante Naciones de Unidas de España y de Ecuador- el modelo de inclusión sociolaboral que el Grupo Social ONCE ha desarrollado dentro y fuera de España, su aplicación en el ámbito de las administraciones públicas y de las empresas privadas, así como su influencia en el ámbito de la sociedad civil y entre la población en general mediante campañas de sensibilización.

Este “side event” (acto paralelo) se celebró en la sede neoyorkina de Naciones Unidas, con participación además de Jorge Moragas, embajador de la representación permanente de España ante la ONU; el presidente del Foro Europeo de la Discapacidad (EDF), Yannis Vardakastanis; y Ana Lucía Arellano, presidenta de Red Latinoamericana de Organizaciones No Gubernamentales de Personas con Discapacidad y Sus Familias (RIADIS) y de la International Disability Alliance (IDA).

Bajo el título “Nuevas formas de empleo e inclusión social para que nadie se quede a atrás”, el encuentro, que se abrió a la participación de las distintas misiones que forman parte de la ONU, ofreció datos muy relevantes sobre el contexto actual y de futuro que viven las personas con discapacidad. En términos globales, se estima que el 47% de los empleos actuales corren el riesgo de desaparecer en el futuro y el Banco Mundial reconoce que ocho de cada 10 niños trabajarán en su edad adulta en actividades que no existen hoy en día.Un escenario lleno, además, de desafíos para las personas con discapacidad que ya enfrentan dificultades en el mercado laboral actual y en los sistemas de protección social.

El futuro creará nuevos puestos de trabajo que necesitarán mercados más inclusivos, con empleo de calidad para personas con discapacidad, demandando nuevas capacidades, combinadas con estándares de excelencia en la gestión pública y privada, para garantizar que la rentabilidad económica y social puedan ser compatibles. Ello implicará una transformación del Tercer Sector, de las fundaciones y de las empresas.