EDITORIAL
Una mochila cargada de ilusión y avances técnicos
El aprendizaje escolar constituye no sólo la primera fase de socialización del individuo más allá de la esfera familiar; es decir, de su crecimiento como ser social. También supone el primer escenario donde intentar alcanzar las capacidades y habilidades intelectuales que le permitirán adquirir los conocimientos que garanticen su autonomía individual y le preparen para el acceso a la cultura, al ocio formativo y, cómo no, a un empleo que le abra, el día de mañana, una oportunidad de vida personal. Y en ese reto, los niños y niñas con discapacidad han de bregar con las limitaciones añadidas que su propia condición conlleva. Contrarrestarlas, hacer de la dificultad un desafío sobre el que ganar la partida combinando ilusión, creatividad e investigación es una de las grandes batallas en que la ONCE viene peleando -y con éxito incontestable- durante sus 80 años de vida.