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Decepción en el Mundial de Judo de Lisboa

El equipo masculino español en Lisboa posa junto al seleccionadorLa tercera y última jornada del Campeonato del Mundo de Judo, disputado en Lisboa (Portugal) del 16 al 18 de noviembre,  dejado a la delegación española con la miel en los labios. Nuestro combinado, dirigido por Alfonso de Diego, participaba en la modalidad por equipos con la esperanza de estrenar su medallero en esa competición, tras dos jornadas en las que los judocas españoles no pudieron estar peleando con los mejores. El equipo se conjuró para dar lo mejor de sí en la jornada de clausura, pero en el último instante, en la lucha por la medalla de bronce, Azerbaiyán se cruzó en el camino de los nuestros para despertarles del sueño y dejarles también fuera del podio en esta modalidad.

Previamente, los pupilos de De Diego habían cosechado dos contundentes victorias, ambas por 4-1, ante Italia y Estados Unidos. Pero en semifinales les esperaba un auténtico ogro, Ucrania, con lo que, derrotados, se vieron relegados a la lucha por el bronce. Allí nos esperaba Azerbaiyán, otro hueso -como se demostró- muy duro de roer, pues ambas selecciones están entre las más potentes del panorama internacional. Pese al esfuerzo de nuestros judocas (Sergio Ibáñez, Daniel Gavilán, Álvaro Gavilán, Abel Vázquez e Íñigo Gérboles) cayeron en cada uno de los enfrentamientos, dejando un doloroso 5-0 en el marcador.

Malos resultados para la clasificación por equipos, que se unían a la previa decepción en los combates individuales, incluida la reaparición de Marta Arce, la judoca española más laureada de la historia, tras mucho tiempo sin poder competir  alto nivel. No se colgó en este caso ningún metal, pero puso la nota de optimismo en el equipo, al manifestar que, junto a sus preparadores, “vamos a trabajar y a pelear para que vuelva la mejor versión de Marta Arce”.