Estás en:

Un nuevo grupo de futuros fisioterapeutas ciegos desarrolla sus prácticas laborales en el Hospital Nacional de Parapléjicos

Collage fotográfico con diversas escenas de los alumnos de la ONCE aplicando técnicas fisioterapéuticas a los pacientes de ToledoDurante dos semanas (del 28 de enero al 8 de febrero) un grupo de ocho alumnos/as de tercer curso de la Escuela Universitaria de Fisioterapia de la ONCE han llevado a cabo, un año más, su programa de prácticas de rehabilitación fisioterapéutica, en el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo. Experiencia de enorme interés para su capacitación profesional, con un tipo de pacientes, además, de carácter muy especial y que tienen por otro lado -en este contacto con jóvenes con discapacidad visual- la oportunidad de comprobar en directo las posibilidades de realización personal y laboral que existen para todos, más allá de las complicaciones que deriva cualquier tipo de discapacidad como la que muchos de ellos ven ligada a su situación de tratamiento en el prestigioso centro toledano.

Aunque no es el único hospital en el que llevan a cabo sus prácticas, los alumnos de la madrileña Escuela de la ONCE, provenientes de los más diversos puntos del país, abordan siempre en este centro castellano-manchego -en una tradición que va camino de los 35 años- este curso práctico que consideran un privilegio y, al tiempo, un reto muy especial. Todos ellos afiliados a la ONCE, ciegos o con grave discapacidad visual, enfilan su última etapa formativa, lo que no es óbice para que los nervios hagan presencia al encarar la tarea, como reconocía la onubense Flora formato MP3 audio(0,32 MB), una de las protagonistas de esta edición.

En lo que todos coinciden es en valorar estas prácticas, ejercitadas con ‘pacientes reales’ de un centro de referencia estatal en lesiones muy graves, donde sus habilidades profesionales y la propia utilidad de la Fisioterapia se enfrentan a una dura prueba de fuego. Eso sí, contando siempre a su lado con un tutor que les supervisa y les apoya y les guía cuando es necesario... Pero son sus manos, las de cada alumno, las que trabajan con el paciente como la mejor de sus herramientas, poniendo en valor sus conocimientos adquiridos en los años de formación en su Escuela, adscrita a la Universidad Autónoma de Madrid, según reconocía Marta formato MP3 audio(0,36 MB), estudiante afiliada que procede de Barcelona.

El grupo de alumnos de la Escuela de la ONCE posa con sus compañeros del Hospital de Toledo en que realizan sus prácticasUn sentimiento y una habilidad física que les han servido a los fisioterapeutas ciegos, junto al prestigio de la Escuela de la ONCE, para hacerse con un importante hueco profesional; contando hoy por hoy con un índice de ocupación laboral cercano al 100%. Es en ese contexto en el que los alumnos dan el valor que merece a esta oportunidad de trabajar con pacientes en muchos casos con importantes problemas de movilidad, como reconocía el granadino Francisco Manuel formato MP3 audio(0,72 MB), otro de los privilegiados ocho alumnos de la Escuela que ha acudido este año a Toledo.  

Además, se trata también de una experiencia de formación personal muy importante para estos jóvenes con discapacidad visual que, al tiempo que se enfrentan a personas con problemas medulares, aprenden a afrontar historias personales muy potentes porque -como reconoce Marta formato MP3 audio(0,68 MB)- “cada paciente es un mundo”... Y un ‘mundo’ es también, desde luego, la historia personal de cada uno de estos estudiantes ciegos que desde su Escuela Universitaria en Madrid se forman día a día y, en su paso por el Hospital de Parapléjicos toledano, se convierten también en cierto modo en una referencia de superación y en un estímulo para muchas personas con discapacidad -a menudo imprevistamente sobrevenida- como los que se encuentran  por ejemplo, en este hospital.

Genoveva Benito