Concurso Escolar: “Por mí y por todos mis compañeros”, un lema que recorre las aulas de toda España
Con gran respuesta de participación se han entregado los trabajos de la 35 edición del Concurso Escolar ONCE que, bajo el lema “Por mí y por todos mis compañeros”, ha retado a los alumnos a reflexionar sobre la posibilidad de convertir su más cotidiano espacio de ocio compartido, el recreo, en un escenario inclusivo. “Una dimensión clave de su formación pues es donde se conforman las relaciones sociales e interpersonales, lo que trasciende lo curricular. En el patio se forjan alegrías, tristezas y amistades, frustraciones, los hombres y las mujeres del mañana”, explica el director de Comunicación e Imagen del Grupo Social ONCE, Antonio Mayor
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La 35 edición del certamen del Grupo Social ONCE ha movido la participación de 144.000 estudiantes y 2.500 profesores para fomentar un recreo inclusivo
Se trataba de elaborar unos carteles originales dibujados por ellos mismos (los estudiantes de Primaria y Educación Especial) que reflejase pautas para fomentar y reivindicar la diversidad e inclusión en el recreo; un ejercicio gráfico que debía ir acompañado de una audiodescripción que explique su contenido a quien no pueda verlo. Mientras, los escolares de ESO, FP y Bachillerato han tenido que grabar un pequeño corto, un videoclip musical, de un minuto de duración, acompañado también de su guion, con el paralelo objetivo de explicar cómo se puede conseguir que el patio y su disfrute durante el tiempo de recreo lo sea para tod@s.
El desafío para conquistar un recreo en el que nadie se vea marginado o excluido tenía su complejidad, pero la comunidad escolar española no se ha arredrado a la hora de abordarlo: un total de 144.296 estudiantes y 2.516 profesores de 1.977 centros educativos de todo el territorio estatal han participado en el Concurso, apostando por un concepto del recreo como una oportunidad lúdica y educativa que no provoque la exclusión por razones de diversidad o discapacidad. Un objetivo, en definitiva, que casa como anillo al dedo con este programa de sensibilización educativa del Grupo Social ONCE que cuenta ya con 35 años de experiencia, y que durante este curso arrancó en octubre con la intención de que cada aula trabajase activamente sobre el cambio de actitudes y de actuación de su alumnado, desde el convencimiento de que es plausible (en el doble sentido de la palabra) conseguir una convivencia respetuosa y compartida, también en ese momento distendido del recreo, evitando que se convierta, por contra, en un nuevo escenario de exclusión.
Para Antonio Mayor, haber vuelto a motivar a casi 150.000 chavales en esta iniciativa formativa “implica que hemos vuelto a acertar con la temática (0,91 MB); por eso muchos miles de estudiantes se han preocupado, en este curso, de pensar en un patio para todos”.
Diversión compartida o frustración
El recreo escolar suele durar entre 20 y 30 minutos, tiempo suficiente para que un estudiante se relaje, se divierta o... se sienta al margen de sus iguales. Por ello, el Concurso busca que los centros incorporen la gestión del recreo como una parte importante de su proyecto educativo y no como un simple paréntesis en la jornada lectiva. Y transformarlo en una oportunidad para la inclusión escolar y la diversión de todos y todas.
Para participar, se pusieron a disposición de estudiantes y docentes diversas herramientas que les permitieran mejorar sus perspectivas sobre este tema y sus aptitudes sociales de cara a conseguir un entorno de recreo más inclusivo. Para que fueran los propios escolares de centros públicos, concertados y privados, desde Primaria hasta Bachillerato, además de Educación Especial y Formación Profesional, quienes -coordinados por sus profesores- elaboraran propuestas para conseguir un espacio de ocio y convivencia para tod@s.
Cada grupo ha subido a la página web del Concurso (www.concursoescolaronce.es) su trabajo en la categoría correspondiente: A (3º, 4º de Ed. Primaria); B (5º y 6º de Ed. Primaria); C (Ed. Secundaria y FP Básica); D (Bachillerato y Formación Profesional Media y Superior); y E (Ed. Especial).
A partir de aquí, como en anteriores ediciones, el certamen tiene que pasar por tres fases de selección de los correspondientes jurados: la fase provincial, cuyo fallo se producirá durante este mes de marzo; la autonómica, en abril; y la fase estatal, cuyo encuentro del Jurado está previsto para el viernes 10 de mayo.
Los ganadores absolutos disfrutarán durante un fin de semana en Madrid del Campus ‘Por mí y por todos mis compañeros’, en el que protagonizarán múltiples actividades y experiencias innovadoras, con visitas culturales, talleres y, por supuesto, mucho espacio para el ocio y el recreo. “Estamos seguros de que, como en años anteriores, el campus cobra una especial significación porque lo experiencial es lo que al final triunfa. De qué sirve un regalo o un detalle frente a la posibilidad de vivir una realidad con personas con y sin discapacidad que va a dejar en estos estudiantes una marca de por vida, una huella imborrable que contribuirá sin duda a transformar la sociedad”, concluye Mayor (0,42 MB) con vistas a la ‘guinda’ final de este 35 Concurso Escolar del Grupo Social ONCE.
El Concurso, en las Redes
Página web http://www.concursoescolaronce.es/
Twitter @ConcursoONCE
Facebook facebook.com/concursoescolarONCE
YouTube http://www.youtube.com/user/concursoescolaronce
Instagram https://www.instagram.com/concursoonce/
ONCE, referente en educación inclusiva
El modelo educativo de la ONCE es un ejemplo de éxito, con una tasa de abandono escolar al final de la ESO de apenas un 9’6%, frente al 11% de la media europea o el 20% en la cifra global de escolares españoles (Informe Monitor de la Educación y la Formación de 2016, Comisión Europea). Y su fundamento es, precisamente, la inclusión académica y social, en la que la ONCE lleva años trabajando con modelos de intervención internacionalmente reconocidos.
Hasta los años setenta del pasado siglo, la única opción educativa para el alumnado con ceguera o discapacidad visual grave (y para los escolares con discapacidad en general) era la escolarización en los colegios específicos de la Organización. A partir de los ochenta, cambia la legislación educativa y también la posición de la sociedad, con nuevos planteamientos educativos y los primeros intentos de integración. La once crea sus Equipos Específicos de atención educativa a personas con discapacidad visual, reconvierte sus colegios en Centros de Recursos Educativos y comienza a firmar convenios de colaboración para la atención educativa de alumnos con discapacidad visual con las administraciones de carácter estatal y autonómico.
El proceso ha sido imparable: hoy, casi el 99% del alumnado con discapacidad visual se escolariza en colegios ordinarios, en su pueblo, barrio o ciudad de residencia, siguiendo el currículo escolar oficial. Este bagaje y esta experiencia se afianzan cada año con la extrapolación de los fundamentos inclusivos a toda la comunidad docente a través del Concurso Escolar del Grupo Social ONCE; como lo muestra esta edición, en la que todo el material educativo de trabajo ha sido elaborado por especialistas en inclusión para abordar (en línea al currículo escolar) los grandes principios de la escuela del futuro, la escuela para tod@s.Jaime Mulas