El carácter bienal de los encuentros de teatro ONCE hace que hayan de pasar un par de años entre cada concentración de actuaciones de los grupos integrados por personas ciegas o con grave discapacidad visual de nuestro país. Sin embargo, cada una de estas modestas pero perseverantes compañías protagoniza, en su día a día, una experiencia artística de gran calado, que globalmente se traduce en decenas de montajes salpicados por los escenarios de toda España y que se han granjeado la admiración popular e incluso el reconocimiento expreso del mundo teatral. Al punto de conquistar este movimiento, en 2013, el Premio Max de las Artes Escénicas, en su categoría de teatro aficionado. Condición, por cierto, que estos montajes puestos sobre las tablas por compañías de actores ciegos van rebasando día a día, acercándose con toda justicia a una consideración cuasi profesional.

Pues bien, en palabras del coordinador del certamen, el reconocido actor y director de escena Esteve Ferrer, “lo mejor de lo mejor” de este teatro interpretado por personas ciegas se ha dado cita estos días en tierras extremeñas. Una muestra contrastada que ha sido aplaudida en hasta 15 localidades de esa Comunidad, con especial relevancia en las jornadas de apertura, en Cáceres, con la aplaudida “Ensayando un Don Juan”, por parte del grupo ‘La Ruina’, o en la clausura -en Badajoz- con una atrevida adaptación de “El inspector”, de Gógol, por parte de la agrupación gallega ‘Muxicas’. Entre medias, otras 14 actuaciones levantadas con puntual precisión en las principales localidades extremeñas: obras clásicas y de vanguardia, dramas y divertidas comedias, montajes originales y cuidadas adaptaciones...

La riqueza y pujanza de este movimiento cultural comienza a elevar su popularidad a una escala nacional en los últimos tiempos. La calidad de sus representaciones les está permitiendo trascender así las actuaciones puramente locales para situarse en la primera línea de la dramaturgia española. En la edición de 2018 dos de estas compañías ya recalaron, con gran acogida, en el Festival de Teatro Clásico de Almagro; y este año se repetirá su presencia y se estrenará también nada menos que en el Festival Internacional de Mérida. Las dos citas más prestigiosas de la dramaturgia clásica en España contarán de este modo con el teatro protagonizado por personas ciegas. Un colectivo que ha derribado literalmente, pero en sentido inverso, la cuarta pared teatral, para subirse al escenario y mostrar en él su valía artística, más allá de consideraciones ligadas a las capacidades diferentes.