Adolescentes franceses y españoles con discapacidad visual comparten en Sevilla una semana de turismo, ocio y camaradería
Un año más, el Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE en Sevilla ha llevado a cabo la primera fase de la presente edición de su programa de intercambio para perfeccionamiento de idioma con el Instituto de jóvenes ciegos de París (INJA), que se ha desarrollado en la capital andaluza entre el viernes 5 de abril y el jueves 11, con el objetivo central de que nuestros estudiantes afiliados (de 12 a 16 años) mejoren su nivel en lengua francesa, gracias al contacto con otros jóvenes de aquel país.
Tras la recepción en el centro hispalense de los 10 alumnos franceses con discapacidad visual por parte de los 14 que participaban por parte del CRE de la ONCE (y que visitarán el país vecino del 8 al 14 de septiembre próximo), el sábado 6 incluyó una excursión a Córdoba, con visitas guiadas a la Mezquita y a la judería e incluida una aplaudida cena en un restaurante local antes de retornar a Sevilla.
Ciudad que sirvió de escenario a las actividades desarrolladas el domingo 7, incluyen un paseo en bicicleta o tándem, visitas al centro de la ciudad (Parque de María Luisa, Plazas de España y de América, Glorieta de Bécquer, Paseo Colón, Palacio de San Telmo, Jardines de Cristina, Torre del Oro, Teatro de la Maestranza...), para culminar con la monumental Plaza de Toros de la Maestranza y un paseo en barco por el Guadalquivir. La jornada se remató en el propio CRE, con una cena compartida y un tiempo para la música y el baile para los más animosos.
El lunes arrancó con una pasada por los fogones. Los participantes llevaron a cabo un taller de cocina, dividiéndose en cuatro grupos -con representación de ambas nacionalidades en cada uno-, cada uno de los cuales elaboró un plato español, incluida la previa visita al supermercado para adquirir las viandas necesarias, con el objetivo de acercar a los jóvenes franceses a nuestra gastronomía y disfrutar, luego, de sus propias creaciones a partir de las recetas que les habían proporcionado.
Por la tarde visitaron el popular barrio de Triana y conocieron el taller de cerámica ‘Barro azul’ para terminar degustando una cena rápida en una freiduría en la zona.
Otra pintoresca actividad sevillana fue la que pudieron vivir el martes día 9: visita y práctica de una actividad con caballos en una cuadra local, para conocer los espectaculares ejemplares locales. Ejercicio físico en el que se profundizó por la tarde, con un programa de prácticas deportivas en las instalaciones del CRE.
El miércoles 10 se destinó a completar el conocimiento de la capital sevillana, con una excursión por el entorno histórico: Jardines de Murillo, barrio de Santa Cruz, exteriores de la Catedral y subida a la Giralda, así como del Alcázar, el Archivo de Indias o la antigua Fábrica de Tabacos, hoy reciento universitario o espacios como la Plaza Nueva o las de San Francisco y del Salvador o el Ayuntamiento. Un recorrido que sólo se interrumpió para reponer fuerzas a mediodía en un restaurante local. Por la noche, además, acudieron al ensayo de una banda de música de la Semana Santa de Sevilla.
Llegaron así los jóvenes franceses a la jornada de despedida, el jueves día 11, que dedicaron, por la mañana, a una interesante visita al Museo Flamenco y, por la tarde, a realizar las compras de rigor por el centro de la ciudad y a preparar el equipaje para partir de regreso hacia suelo francés.
Unas jornadas, en fin, inolvidables, que, con otro acento, e insistiendo en su mutuo enriquecimiento idiomático, intentarán reeditar, entonces con los galos como anfitriones, en septiembre próximo.