Cuatro mujeres afiliadas cumplen el reto de hacer cumbre en un tres mil
Ascendieron al Turón del Neouvielle, en el pirineo francés, con la ayuda de los guías de Basquelands Way
Ana, Begoña, Silvia y Nekane, de Donostia y Hernani, han sido las primeras mujeres ciegas o con grave discapacidad visual en lograr la ascensión de los 3.035 metros del pico Turón del Neouvielle, en el pirineo francés, a finales del pasado agosto, según informa Basquelands Way, agencia de viajes activos, exclusivos, naturales y artesanales por el País Vasco, Pirineos, Camino de Santiago y Norte de España. Con ellas, guiándolas e indicándoles en cada momento cómo pisar para no tropezar con las piedras, Gemma, la hermana de Begoña, y Alfonso Núñez, Javier Leache y Rafa Zuza, los guías de Basquelands Way. Además de Jewa, la perra guía de Begoña.
El origen de la experiencia, según han expresado las protagonistas a medios locales, fue curiosamente “una broma”. Las cuatro llevan tiempo realizando travesías mensuales con el grupo de montaña de la ONCE y la subida al Turón se presentó como “un reto”. Mediante la técnica ya aprendida por todas de la barra que el guía sujeta por delante, las cuatro se dejaron conducir por la montaña hacia la cumbre, ya que esta herramienta, además de ayudarles a dejarse llevar por la voz de los guías, les sirve como palanca en los tramos más complicados.
El grupo alcanzó en la primera jornada de expedición el refugio de Glére situado a 2.140 metros de altura, donde pasaron dos noches, una antes de subir a la cima y otra después de alcanzar la cumbre. La subida se combinó por un sendero y zona de pedreras, que pese al miedo que en ocasiones impuso a las montañeras, superaron con decisión y entereza.
Tras ocho horas de descenso, terminaron la aventura, una vez hecha la cumbre, entre abrazos, lágrimas de satisfacción y alegría, y sobre todo con mucho reconocimiento y agradecimiento mutuo entre guías y montañeras.
Cada una vivió una experiencia única y completamente distinta, pese a subir juntas a la misma cima, ayudándose mutuamente. A pesar de todo, las cuatro coinciden y agradecen a quienes las guiaron “ser los ojos que les hicieron ver la montaña”.
Tras el éxito cosechado, el grupo ya está pensando en su próximo tres mil.