Organizado por la Comisión de la Mujer Sordociega de FASOCIDE y en colaboración con la Secretaría de Estado de Servicios Sociales, los pasados 14 y 15 de septiembre se celebró en Valladolid el III Encuentro estatal de mujeres sordociegas, con el objetivo fundamental de visibilizar al colectivo de mujeres y niñas sordociegas, además de  proporcionarles un espacio de encuentro para crear lazos personales y brindarles experiencias culturales y formativas que las enriquezcan como mujeres y ciudadanas.

De hecho, la necesidad de tejer alianzas entre las organizaciones de la discapacidad para reforzar el trabajo conjunto y recabar cada vez más apoyo de las administraciones públicas fue una de las principales conclusiones del encuentro.

Bajo el lema ‘Empoderadas somos fuertes y libres’, el congreso fue inaugurado por Jesús Celada, director general de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Gobierno de España; acompañado por María Isabel Blanco, consejera de Familia e Igualdad de oportunidades de la Junta de Castilla y León; Ismael Pérez y Rosa María Rubio, delegado y presidenta del Consejo Territorial de la ONCE en Castilla y León, respectivamente; Cristina Arias, consejera general de la ONCE y vocal de su Observatorio de Igualdad de Oportunidades; y Rafaela Romero, concejala de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria del Ayuntamiento de Valladolid, además de la secretaria general del Patronato de CERMI Mujeres, Pilar Villarino.

Todos ellos coincidieron en un mismo convencimiento: “el empoderamiento de las mujeres con sordoceguera es fundamental para lograr su plena inclusión en todos los ámbitos de la sociedad”. Un planteamiento refrendado además por las propias mujeres sordociegas asistentes al evento, y representadas por Marina Martín, representante de la Comisión de Mujeres Sordociegas de FASOCIDE; Librada Ruiz, vicepresidenta de FASOCIDE y presidenta de ASOCIDE Castilla y León; Fuensanta Trigueros, responsable de la Comisión de Mujeres Sordociegas de la Comunidad Valenciana; y Silvia Vallbuena, mujer con sordoceguera que participó por primera vez en las jornadas a título personal.

El evento contó con la asistencia de un nutrido número de mujeres sordociegas procedentes de diferentes puntos del país, que con el apoyo de un equipo de diez guías e intérpretes profesionales pudieron acceder sin problemas a todas las actividades programadas.