Un grupo de afiliados de la Territorial de la ONCE en Aragón dieron hace unos días la bienvenida al otoño con una actividad lúdico/deportiva, organizada por el área de Servicios Sociales de la Delegación, con una jornada de lluvia intermitente que no les amilanó, sin embargo, para lanzarse a las aguas del Ebro y surcarlas a su paso por la ciudad de Zaragoza.

Salieron de buena mañana, acompañados por un grupo de voluntarios ocupando siete piraguas (cada una ocupada por un/a afiliado/a y un guía vidente) y todos coordinados por Óscar, de la empresa Ebronautas que aportaba el material de navegación.

Tras una breve charla de introducción, para el acondicionamiento a bordo y aprender a alcanzar el equilibrio, y de familiarización con el manejo básico de la pala, se lanzaron a la aventura. Un trayecto en el que atravesaron parajes desconocidos para buena parte de la población local, pues sólo cabe apreciarlos desde dentro del curso del río, pasando bajo los emblemáticos puentes históricos y los más modernos ligados a la Expo de 2008.

Aparte los rudimentos técnicos del remo, el ejercicio de progresiva sincronización entre cada pareja de navegantes o los trucos para sortear rápidos y para avanzar con más determinación en los remansos, la organización ofreció a los participantes abundante e interesante información sobre el ecosistema del río y su entorno.

Hubo igualmente tiempo para la charla respecto a aspectos históricos de los referentes urbanos que iban atravesando en el recorrido, y -cómo no- para las anécdotas y leyendas más o menos comprobadas... Incluso para un alto en el camino en el que tomar un temtempié que compensara del intenso braceo. Un día de navegación inolvidable y una nueva perspectiva de la ciudad desde el flamante Ebro.

Vídeo de la experiencia en Youtube