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Afiliados de Barcelona conocen al tacto la ‘Colección de Coches Históricos’ de SEAT y se montan en el Papamóvil

Varios de los afiliados subidos al 'Papamóvil'Un grupo de personas ciegas afiliadas a la ONCE visitó, la mañana del 15 de enero, la exposición de la ‘Colección de Coches Históricos’ de SEAT, en la nave A-122 de la Zona Franca de Barcelona. Allí tuvieron la oportunidad de tocar algunos tesoros de la historia automovilística española, entre los 325 modelos expuestos fabricados a lo largo del último medio siglo. Entre ellos, el legendario 600 o el 1.430; pero también automóviles clásicos, como el Panda o los modelos asociados a nombres de ciudades, como el Toledo, el Ibiza o el León.... Y el mítico prototipo Bocanegra. Pero quizá la joya de la corona fue la posibilidad de tocar, e incluso subirse, al Papamóvil que utilizó Juan Pablo II en su visita a España en 1982.

Fue el más llamativo de entre los vehículos de la colección de las visitas oficiales de altos mandatarios, jefes de Estado y empresarios de la época. Habitualmente eran de la firma Mercedes, pero en el caso de la visita papal, SEAT recibió el encargo de producir un coche a medida para que su Santidad pudiera acceder hasta el mismo césped de Camp Nou y del Santiago Bernabéu.

Un afiliado pasea entre la colección de Seat 600, y reconoce al tacto sus característicasUn elevado porcentaje de los coches del museo tiene el motor en perfecto estado pese al paso de los años y 60 de ellos cuentan con una matrícula que les permite circular y participar en festivales de autos clásicos.

Con la visita de este grupo de personas ciegas, la Colección de SEAT en Barcelona, por fin se mira pero también... se toca! Los afiliados a la Organización pudieron conocer así, además de la historia, las carrocerías y elementos de unos coches emblemáticos y en su tiempo revolucionarios, gracias  a esta visita cien por cien accesible.

El delegado territorial de ONCE Catalunya, Enric Botí, recordó al culminar el acto que, desde nuestra Organización se promueve y anima a transformar los museos en “espacios accesibles para todos con un diseño universal. Nos encanta que, además de ver, podamos escuchar o tocar; que no haya barreras, ni arquitectónicas ni de comunicación, para tener el máximo de información. Las personas ciegas necesitamos un contacto directo con los objetos para facilitar su exploración y contenidos que permitan la máxima accesibilidad”, explicó.