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Los alumnos de hostelería de Pontevedra vuelven a ponerse a prueba con el ‘Menú de los sentidos’

Collage con imágenes de la recepción a pie de calle de los comensales ciegos y su acompañamiento al entrar al comedorTestaron su capacidad para atender correctamente a una veintena de comensales ciegos o privados de visión mediante un antifaz

Los alumnos de Hostelería del pontevedrés CIFP Carlos Oroza han servido un año más, el pasado 24 de enero, el ‘Menú de los sentidos’, una comida a ciegas para 20 personas con ceguera o discapacidad visual grave, además de otros comensales videntes pero privados de visión con unos antifaces opacos. La experiencia sirve además de evaluación para estos hosteleros en ciernes, que -como es ya también tradicional- fueron previamente instruidos por técnicos de la ONCE en materia de atención a las personas ciegas.

Dos de las mesas de los comensales ciegos o privados de visión por el antifaz durante la degustación del menúLa iniciativa, que comparten el Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE de Pontevedra y el Carlos Oroza se viene mostrando en los últimos cursos como una actividad de interés que pulsa la formación de los alumnos encargados de la recepción, atención y servicio de comedor, que este año estaban a cargo de la profesora Tina Vázquez, y los propiamente de cocina bajo la coordinación del profesor Ricardo Fernández. La jornada sirve de evaluación por tanto para los estudiantes de los ciclos de cocina-gastronomía y panadería-pastelería, por un lado, y por otro a los de servicios, que atendieron las mesas y mostraron sus avances en cuanto a habilidades en el correcto trato con las personas ciegas, tanto en su recepción como en su atención en la mesa.

Entre el grupo de comensales hubo además rostros conocidos, pues la ONCE invitó a participar a la alcaldesa de Redondela, Digna Rivas, o a la portavoz del BNG en el Ayuntamiento de Pontevedra, Anabel Gulías.

El menú constó de aperitivo (tostas de escalivada, filloas rellenas de mejillón gallego y empanadillas  de carne de cerdo celta), una crema fina de guisantes con virutas triscantes de jamón, suprema de salmón con salsa de albariño y un semifrío de chocolate blanco como postre. Se remató con café de comercio justo e infusiones de hierbas aromáticas frescas recogidas en la huerta Oroza.