EDITORIAL
Voluntarios, la hermosa expansión del compromiso
Más de un 6% de la población española se levanta, un día sí y otro también, con la encomienda personal, libremente elegida, de ayudar de una forma directa y concreta a otro semejante. Va a ejercer como ‘voluntario’ en una acción que no podría haber sido mejor bautizada pues, evidentemente, nace de la voluntad del individuo por contribuir a un escenario mejor, más justo, equilibrado, equitativo, amable, para su propia existencia. Por eso es tan habitual escuchar de sus labios que ‘reciben tanto o más de lo que ofrecen’. Pero hay que vivir en propia piel esta experiencia para valorar hasta qué punto responde a una profunda condición del ser humano, a menudo camuflada por una sociedad que eleva a los altares otros valores, desde el éxito social al individualismo exacerbado.